La imposición, perdón, la nominación de la diputada del PVEM, Estefanía Mercado, como candidata de Morena la presidencia municipal de Playa del Carmen se está volviendo un tremendo dolor de cabeza para el cuatroteísmo caribeño.
La principal y casi única fortaleza de la empresaria chetumaleña es la marca Morena y no más.
En cambio, de entrada, se puede decir que la Diputada, como diría el clásico, ha unido a todos en su contra, tanto en Morena como el Verde.
Si bien, hay algunas fotos de morenistas con sonrisas forzadas con la ungida, se trata de actos de disciplina pues la candidatura de Estefanía ha sido operada desde mero-mero arriba.
De lado del Verde, el señalamiento es que dentro de ese partido quien tiene mejor posicionamiento es la también diputada Maria José Osorio.
Por si fuera poco, Estefanía tiene dos tremendos lastres. Su vinculación con el grupo del ex gobernador Carlos Joaquín y su falta de “estructura”.
Frente a tantas carencias, no parece ser buena idea, que el cuatroteísmo caribeño postule a alguien como la aún novel política en el municipio en donde está la alcaldesa mejor calificada del estado (Lili Campos) y es el reducto de la oposición quintanarroense.
La imposición, perdón, nominación de Estefanía, no parece ser buena idea, pero los pactos, son pactos.