Mas de un miembro del gabinete de la presidenta Lili Campos ha expresado su inconformidad en corto, por la censura que les impone un asesor de comunicación de origen vasco.
Este personaje sin experiencia alguna en comunicación política y en la administración pública, de repente se siente con autoridad para amonestar a funcionarios con conocimiento y preparación.
Su salto a las grandes ligas le llegó al gestionar recursos para una campaña a la gubernatura hace seis años. Y este salto le alcanzó para dictar conferencias donde imparte conceptos taaan novedosos como “No hay nada peor en una campaña electoral, que un candidato con dudas de lo que hace”. ¡¡Wow!!
Su estrategia es imponer el mutismo y la opacidad en el equipo de colaboradores del gobierno municipal. Ha tenido más de un enfrentamiento y tiene la fortuna de no cobrar en nómina, sino mediante una empresa familiar.
Es triste saber que este asesor continuará ejerciendo la censura, porque su “padrino” es el pilar de la Renovación.