Lo que ocurre con la consulta de Aguakán es cada vez más extraño.
Las autoridades locales electorales están midiendo con dos varas.
Por un lado, tanto el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) como el Tribunal (Teqroo) han impedido que los partidos hagan campaña sobre la consulta.
Pero, al mismo tiempo, han permitido que Aguakán mantenga una intensa campaña publicitaria pagada, obvio, soterrada y disfrazada para mostrar las bondades y el supuesto compromiso social y ambiental de la concesionaria.
Y, por cierto, a los partidos no se les permite comprar tiempo en radio y televisión, pero qué tal Aguakán que tiene spots pagados por todos lados.
Para nada el Ieqroo y el Teqroo se han conducido imparcial en la consulta de Aguakán, que no se cansa de llevar agua su molino.