Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCUN. -El 21 de octubre de 2005, el huracán Wilma golpeó las costas de la zona norte de Quintana Roo con lluvias torrenciales, marejadas de más de 12 metros y vientos de hasta 295 kilómetros por hora, toda su furia principalmente sobre Cancún.
De acuerdo con la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica), el huracán considerado como el más devastador de la historia en el Atlántico es “Wilma”, al llegar a categoría 5, también catalogado como el décimo ciclón tropical más intenso en todo el mundo.
En Quintana Roo se mantuvo 63 horas de afectación continua, y por lo tanto Wilma es considerado el huracán más devastador en su historia.
Te puede interesar: A NIVEL NACIONAL: Participan más de 61 mil personas en megasimulacro de huracán categoría 3 en QR
La precipitación pluvial fue de 1.5 veces la del promedio anual en esa entidad. Declarándose zona de desastre en 6 municipios, principalmente en la zona norte de Quintana Roo, y también causó estragos en Yucatán, aunque en menor intensidad.
El ojo del huracán pasó primero sobre la isla de Cozumel antes de tener su primer contacto “oficial” sobre la península cerca de Playa del Carmen.
Los daños en Cozumel fueron devastadores. Luego el ojo se movió lentamente hacia el norte, pasando justo al Este Noreste de Cancún.
Impacto económico del Huracán Wilma
El monto de los daños causados por este fenómeno se estimó en 18 mil 773 MDP. El grueso de los daños (97%) los sufrió Quintana Roo y de estos a su vez el sector turístico absorbió el 94% del total de pérdidas sufridas.
También hubo pérdidas de menor magnitud en la vivienda y en la infraestructura eléctrica.
La ecología de la entidad sufrió importantes estragos también, sobre todo por el daño causado a las playas. En Yucatán se contabilizaron menos afectaciones ya que el paso del ciclón tuvo una duración menor y sólo afectó el extremo oriental del estado.
Hay que hacer énfasis que el huracán Wilma marcó un antes y un después en Cancún, ya que desde entonces se ha tenido que rellenar, en varias ocasiones, la zona costera con arena porque se perdieron siete millones de metros cúbicos y quedó descubierta la parte rocosa.
“La arena original era blanca, muy fina, ya no la tiene porque provenía del desgaste del fondo marino, resultado del oleaje sobre los arrecifes. No es fácil regenerarla debido a que lleva mucho tiempo para que se forme y se deposite de forma natural y no es autosuficiente a corto plazo renovarla”, dijo la especialista en procesos costeros, quien hizo una revisión del lugar desde el punto de vista socioeconómico, geofísico y ecológico, dijo en su momento Angélica Félix Delgado, del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Cancún logró salir adelante ante el desastre y que si bien, actualmente, sociedad tiene una amplia cultura de huracanes, a lo largo de estos 18 años la autoridad en turno ha cometido diversos excesos.
Como ejemplo destaca la sobredensificación en la zona hotelera así como en la zona urbana, pasando por encima las normas establecidas en el tipo de material, y que un huracán como Wilma, en Cancún el desastre podría ser mayor al de hace 18 años.