Holbox retrata de cuerpo entero, cómo es exprimir un destino turístico en Quintana Roo.
Esta isla en el norte del estado, se ha consolidado (aunque parezca un lugar común) como un destino mundial.
Todos se benefician de la derrama que ocurre en Holbox.
Pero, tanto al Gobierno federal, como del estado, poco les importa atender los problemas de este singular paraíso.
Problemas como inundaciones, fallas en los suministros de agua potable y energía eléctrica, la disposición final de la basura siguen siendo en espera de ser atendidos.
Y, ahora resulta que ni siquiera hay una estación de bomberos “como Dios manda”.
Dos hoteles se consumieron porque no hubo manera de atender el incendio.
No se pudo hacer gran cosa.
Y ahora vienen los lamentos y las promesas
Y la realidad, es que todos los destino turísticos del estado presentan terribles e inexplicables carencias pese a ser sustento no sólo para el estado, sino de toda una región del País.