Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.-El Puente Nichupté, lo que para muchos es la salvación a la cada vez más sobreedificada e intransitable la zona hotelera de Cancún, podría convertirse en la inmolación del principal destino turístico de México y el Caribe.
Si bien se trata de un proyecto con la “etiqueta” de la Cuarta Transformación, se han cruzado oscuros intereses empresariales que lejos de resolver el problema de tráfico vehicular de la zona hotelera, signifique el colapso de la avenida Kukulcán y, de manera paralela, el desplome de las tarifas hoteleras.
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En el centro de lo que se asoma como crónica de un desastre anticipado, está el emblemático campo de golf Pok Ta Pok de 57 hectáreas, y nombres como el Michel Kelly, preso en Estados Unidos por lavado de dinero, y de un empresario de gasolineras, señalado de estar implicado en inversiones salpicadas de señalamientos como la compra de las Villas del CREA.
De acuerdo con el proyecto de construcción del Puente Nichupté, las obras involucran acabar con el campo de golf Pok ta Pok, y edificar sobre este terreno decenas de departamentos
Organizaciones de la sociedad civil, como Fundadores de Cancún, han realizado un diagnóstico del proyecto del puente Nichupté, el cual implica, de inicio, una serie de afectaciones al campo de golf, que culminarían con su desaparición para dar lugar a un sobredensificado complejo de departamentos.
Actualmente el campo de golf de 18 hoyos, construido en 1976, que perteneció originalmente a Fonatur, es propiedad de un grupo de “gasolineros”, encabezados por Ricardo Vega Serrador, que adquirieron el inmueble deportivo al empresario estadunidense Michael Kelly, que remató el predio al caer preso por lavado de dinero.
De entrada, el proyecto implica convertir el Pok Ta Pok, en el patio de maniobras de la empresa a cargo del puente Nichupté, cuyas obras ya iniciaron, y que conectará el paso a desnivel, en el cruce de las avenidas Kabah y Colosio con la zona hotelera.
“Un área de 10 (de los 18) hoyos del campo se usará para instalar una concretera, donde se depositará cemento, grava y todo el material para fabricar las ballenas”, refirió el ex alcalde Carlos Cardín, del grupo Fundadores de Cancún, y quien junto con otros busca parar la obra.
Dijo que hace una semanas Vega Serrador, como dueño de los terrenos se reunió, en ciudad de México, con funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y directivos de ICA -a cargo de la obra del puente -, para acordar que en el lugar se haga el depósito del material de la obra
Pero, la destrucción no acaba ahí:
En la reunión, como pago para usar los terrenos, Vega Serrador y socios gestionaron el cambio de uso de suelo que permitirá convertir el campo de golf en área de residencial, y con ello tener la puerta abierta para construir decenas de departamentos.
La autorización sería el equivalente de 30 cuartos por hectárea, de acuerdo a la actualización del Plan de Desarrollo Urbano del Centro de Población de Cancún, aprobado en septiembre pasado.
Este nuevo complejo de departamentos implicaría, en automático, más carga vehicular en los primeros 7.5 kilómetros del bulevar Kukulcán, con lo que deja sin efecto el objetivo del puente Nichupté, que es agilizar la circulación en la zona hotelera, preciso Carlos Cardin.
Pero, el daño va mucho más allá de inmovilizar a la zona hotelera con un cargo descomunal de automóviles.
El complejo de departamentos impactará, pero también traerá daños a la oferta hotelera de Cancún, y su primer efecto sería la reducción de tarifas de los centros de hospedaje de Cancún en los primeros 7.5 kilómetros, que es donde se agravará el tránsito vehicular, alertó el ex presidente municipal.
Esta baja de tarifas impulsará un efecto dominó en los demás destinos vacacionales del País.
Y es que Cancún tiene las tarifas más altas del País, y una reducción llevará hacia abajo a los demás de los destinos turísticos del país.
Pero, no todo está perdido pues los cambios de uso de suelo no han empezado.
De entrada, se requiere frenar el proyecto del Puente Nichupté en las condiciones en que fue diseñado, y mover su patio de maniobras a un predio del otro lado del sistema lagunar.
La lucha legal
El pasado 25 de octubre, el movimiento Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS) dio a conocer que con fecha 17 de octubre, el Juzgado Segundo de Distrito concedió la suspensión provisional respecto a una de las tres ampliaciones promovidas en contra del PDU del Centro de Población de Cancún 2022, consignada en el expediente 992/2022. Aseguraron que esto incluía el predio donde se levanta el puente vehicular.
“Para el caso de las licencias de uso de suelo, licencias de construcción y/o ampliación de edificaciones, basadas en el PDU 2022, que en su caso las autoridades responsables hayan concedido y que afecten humedales, manglares y cenotes, el ecosistema kárstico y al Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), se suspendan las actividades vinculadas con obras civiles”, dió a conocer DMAS en un comunicado.
Asimismo, este pasado 12 de noviembre se dió a conocer que un juez federal concedió una suspensión temporal solicitada, en un recurso de amparo interpuesto por un grupo de vecinos de la zona de Pok Ta Pok, asesorados por la asociación Opus Magnum de México en contra del Plan de Desarrollo Urbano 2022 de esta ciudad, el cual permitiría todo el área de lo que hoy es el club de Golf Pok Ta Pok, en la zona hotelera de Cancún.
A través de un comunicado, Opus Magnum de México señaló que el recurso de amparo fue interpuesto el pasado 9 de noviembre ante el Juzgado Segundo de Distrito, quedando con número de expediente 1062/2022. El juez suspendió provisionalmente la emisión de licencias de construcción o ampliación dentro del polígono Pok Ta Pok, así como actividades vinculadas con obras civiles.