Todo parece indicar que Eugenio “Gino” Segura optó por el “más vale solo que mal acompañado”.
El candidato a senador de la alianza Morena-Verde-PT se ha visto más bien por su lado y se ha alejado de su compañera de fórmula, Anahí González. Y es lógico.
“Gino” no tuvo un buen inicio de campaña cuando acompañó, vestido con atuendos supuestamente mayas, a Anahí González, quien obtuvo la nominación a senadora por Morena como “cuota indígena”.
Poco a poco, el ex titular de Sefiplan fue caminando por un costado de la ex regidora cancunense.
En cambio, ahora a Gino se le ve más bien solo e incluso ha estado más cerca del Partido Verde. Y se entiende que el joven economista egresado del ITAM dé un paso al costado. Si bien Anahí al parecer ya “brincó” el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, no significa que no esté incurriendo en algo que se llama apropiación cultural, en este caso de la etnia maya.
Pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Una cosa es que las mujeres indígenas de Morena se hayan disciplinado, que la oposición de Quintana Roo sea más bien de mentiritas y que los tribunales electorales opten por resolver por dudar en una firma, y otra cosa es que Quintana Roo cuente realmente con una representante de un grupo vulnerable en el Senado.