Hoy también se cumple un año que dejó de ser gobernador Carlos Joaquín y parece que “se merece”, al menos, una estatua en la glorieta de Yaxchilán e Xcaret, en el centro de Cancún.
Y es que, estaríamos ante, en términos legales, uno de los gobernantes más honrados en la historia de Quintana Roo.
Un año después, no se conoce que se haya iniciado alguna denuncia penal o proceso administrativo contra el ex Gobernador o contra alguno de sus colaboradores cercanos del fallido “Gobierno del Cambio”, como el coordinador del Gabinete, Juan de la Luz Enríquez Kanfachi; ex secretario de Obras Públicas, William Conrado, o el ex titular de Seguridad, Alberto Capella. Tampoco, no se conoce algún procesamiento legal contra funcionario de segundo nivel.
Eso sí, hay algunos procedimientos en la Auditoría Superior del Estado (Aseqroo) contra exalcaldes, como Juan Carrillo o Laura Beristain, pero que no se han judicializado.
Pero, la “realidad” podría ser muy distinta al trato tan benevolente que la justicia tanto local, como federal, ha tenido hacía el ex Gobernador.
Carlos Joaquín, quien llegó (bajo las siglas del PRD y al PAN a la gubernatura) en medio de una gran expectativa de cambio, terminó siendo no sólo una gran decepción, sino quien sofocó las instituciones democrática de Quintana Roo.
No se podría entender el domino casi total de la alianza Morena-PVEM en Quintana Roo, sin Carlos Joaquín.
Presidente de la GOAN
De entrada, jamás perfiló posibles sucesores y poco a poco debilitó a PAN y PRD, para finalmente declararse sin partido, pese a que llegó hasta ser presidente de Asociación de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN).
En las elecciones intermedias federales, en medio del llamado de la entonces alianza Va por México, de evitar que Morena-Verde-PT alcanzaran la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, la alianza lopezobradorista se llevó los cuatros distritos legislativos federales de la entidad (y de paso ocho de los 11 ayuntamientos).
Y en 2022, terminó, en medio de elogios del presidente Andrés Manuel López Obrador, entregando el estado al bipartido Morena-Verde, lo cual también implicó que la alianza cuatroteísta obtuviera el control absoluto del Congreso del estado, en dimensiones ignominiosas.
El expresidente de la GOAN dejó hecho añicos al PAN y PRD, que fueron sus partidos, a los cuales abandonó al final de su sexenio. Es increíble que Acción Nacional, que fue su partido, apenas, logró una diputación local en las elecciones generales locales de 2022, mientras que el PRD no logró llegar al Congreso del estado.
Embajador
Y mientras PAN (y PRD) trata de resurgir de las ruinas, Carlos Joaquín goza de cabal salud política. La 4T lo nombró embajador en Canadá, en la misma tesitura de los gobernadores del PAN y PRI, que ha perdido ante Morena.
También carlosjoquinistas permanecen en puestos claves en el Gobierno del estado y también tienen influencia en el PVEM, especialmente en Solidaridad.
El sistema de partidos y de contrapesos quedó reducido a casi nada, tras el paso del “Gobierno el Cambio”, pero Carlos Joaquín ganó perdiendo.