Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
NUEVA YORK.- Para recordar el legado de su abuelo, Linda Ruth Tosseti, nieta de Babe Ruth decidió subastar alrededor de 400 objetos que le pertenecieron al pelotero, entre ellas fotos viejas familiares, unos guantes de caza, una maleta de viaje a Japón de 1934 y algunas camisetas de su glorioso paso por los Yankees.
Sin embargo, entre esas pertenencias de colección se encontraba un jersey que era realmente extraño, pues pertenecía a la temporada de 1928, en la primera época dorada de la franquicia, la cual alcanzó de más de 5.6 millones de dólares.
Babe lleva 68 años muerto, pero sigue batiendo récords. Su figura, la de un deportista irrepetible que todavía conserva numerosas plusmarcas sigue generando una fascinación en Estados Unidos.
Fotos viejas familiares, unos guantes de caza, una maleta de viaje a Japón de 1934 y algunas camisetas de su glorioso paso por los Yankees, fueron algunos de los 400 objetos que Linda Ruth Tosseti, nieta del legendario Babe Ruth, accedió a subastar en julio de 2019.
Pero entre esas pertenencias de colección se encontraba una franela que era realmente extraña. Pertenecía a la temporada de 1928, en la primera época dorada de la franquicia. Los Yankees eran un equipo ‘All Star’.
Tenían seis bateadores extraordinarios: Combs, Koenig, Ruth, Gehrig , Meusel y Lazzeri. Cuatro de ellos entraron luego en el Hall of Fame.
Aquello se llamó ‘The Murderers Row’, la línea de los asesinos. El equipo del Bronx vestía de gris cuando jugaba fuera y por primera vez se puso Yankees en la camiseta y no New York. La que se subastó, que pertenecía al mito, alcanzó la impresionante cifra de 5.600.000 dólares.
El propietario de Subastas Hunt, David Hunt, se frotaba las manos con el evento que iba a celebrar en el nuevo Yankee Stadium. Sabía que Ruth fue el primer gran héroe del deporte americano. Pero el montante de la operación superó todas sus previsiones.
“El legado y la importancia de Babe Ruth para el béisbol y la cultura popular estadounidense no tiene parangón en la historia de este país”, afirmó después. Babe llevaba 68 años fallecido (murió en 1948, de un cáncer de garganta), pero seguía batiendo récords. Su figura, la de un deportista irrepetible que todavía conserva numerosas plusmarcas, (por ejemplo el mejor promedio de bateo, un ‘homerun’ cada 8 turnos), sigue generando una fascinación casi enfermiza en Estados Unidos.
La de Ruth se trataba de una pieza muy particular. No son los Yankees un club que desprecie las tradiciones.
Desde los años 20 prohíbe a sus jugadores llevar el pelo largo y la barba. Nunca cambió los colores de su camiseta, salvo en actos benéficos.
Fue el club que se inventó los dorsales, pero que no le puso el nombre de los jugadores a sus camisetas “porque el equipo está por encima de cualquier nombre”.
Además, los aficionados que iban al Yankee Stadium, los más despistados, se veían obligados a comprar el programa en cada partido. También presumían que sus jugadores eran muy conocidos. “¿Para qué el nombre a las estrellas?” Así se quedó.
Los Yankees juegan de gris lejos del Stadium y por aquel entonces querían presumir de ser de Nueva York, por eso se podía ver New York en sus camisetas.
Pero en aquella temporada, después de ganar las Series Mundiales en 1927 con el récord de ‘homerun’ de Ruth (60), buscaron que les conocieran por su nombre: Yankees.
Lo llevaban usando solo 14 años porque a los periodistas, en su afán de encontrar palabras más pequeñas para los titulares, les parecía más corto que su nombre original: Highlanders.
Por eso en 1928, lucieron una camiseta gris con la palabra Yankees. La de la subasta era una magníficamente conservada, con los botones originales y la palabra Babe Ruth en el cuello de la camiseta.
Todavía no llevaban número, de ahí que los jugadores tuvieran que reconocerla de alguna manera. Fue una campaña extraordinaria para los Yankees, que ganaron otra vez las Series Mundiales con un dominio colosal tras una campaña, la de 1927, apoteósica.
En 1928 barrieron en la final a los Cardinals (4-0). Se convirtieron en el primer equipo en encadenar dos títulos ganando 4-0 en las Series Finales. Es el único club que lo ha hecho hasta la fecha en la Major League.
Era el apogeo de un equipo grandioso en el que Ruth no era el MVP pese a su récord. El más valioso era Lou Gehrig. Pero Babe era más que un jugador de béisbol en el equipo más famoso.
El negocio y el espectáculo iban ya de la mano en América. Chaplin había creado su propia industria, pero también Ruth, cuyo nombre se asociaba ya a numerosas marcas.
Babe aparecía en todos los lados, promocionaba muchos productos. También participaba en política. Y formó parte de la campaña a la presidencia de Al Smith, el candidato demócrata que era antiprohibicionista con el alcohol.
De ahí el apoyo de un gran bebedor como Ruth… En ese año, Babe firmó un contrato de dos años por 80.000 dólares. Otro récord. Así fue hasta que se retiró. Nunca dejó de asombrar. Ni después de desaparecer.
Inmortal
George Herman Ruth, Jr., jugador estadounidense de béisbol, nació el 6 de febrero de 1895 en Baltimore, Maryland, Estados Unidos.
Hijo de Kate Schamberger-Ruth y George Herman Ruth Sr. que atendían una taberna y lo dejaban solo frecuentemente por lo que cuando contaba siete años fue ingresado en el St. Mary’s Industrial School for Boys, un orfanato y reformatorio de misioneros católicos, donde apenas lo visitaban.
Disputó un total de 22 temporadas en la Major League Baseball (MLB) entre 1914 y 1935.
Inicio su carrera en 1914 como lanzador zurdo en el equipo de Baltimore de la Liga Internacional. En ese mismo año, jugó en el equipo de Providence y después en los Boston Red Sox de la Liga Americana. Fue lanzador de Boston hasta la temporada de 1919, y su habilidad como bateador y fielder hizo que los técnicos le convirtieran en outfielder. De 1920 a 1935, jugó de outfielder en los Yankees de Nueva York en la Liga Americana.
En 1935, fue en vicepresidente de los Braves de Boston de la Liga Nacional y participó en varios partidos como outfielder. Tres años después y como entrenador, firmó con los Brooklyn Dodgers, de la Liga Nacional.
Está considerado como uno de los mejores lanzadores zurdos y desde el año 1919 hasta el fin de su carrera fue el mejor outfielder de su época y uno de los mejores de la historia del béisbol. En 1927, alcanzó 60 home runs en 154 partidos, récord que permaneció imbatido hasta el año 1961. Su cifra total de 714 jonrones en las temporadas regulares fue superado por Hank Aaron en 1974, y por Barry Bonds en 2006.
Se casó con la camarera Helen Woodford el 17 de octubre de 1914, cuando él tenía 19 años y ella 17. Adoptaron a una niña llamada Dorothy en 1921 y se separaron en 1925. Su ex esposa falleció en 1929 en un incendio.
Su actividad fuera del campo fue variada. Fue portavoz del Gobierno de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial para adquirir bonos, visitó orfanatos y hospitales, y dio conferencias en la radio.
Hizo su última aparición frente a los fanes de los Yankees en un histórico homenaje el 13 de junio de 1948, 25 años después de la apertura del estadio; además, el número de su uniforme (3) fue retirado.
En 1946 se le diagnosticó cáncer de garganta y murió en Nueva York el 16 de agosto de 1948 a los 53 años. Su cuerpo yació frente a la entrada del Yankee Stadium durante dos días en los que más de 100,000 personas le vieron por última vez.
En 1999, Associated Press lo eligió como el atleta del siglo, por delante de Michael Jordan y Jim Thorpe.
Con información de AP, Récord y Marca.