Por Benito Sulub/ Especial
El día de ayer 4 de abril, en la cabecera municipal de José María Morelos, un grupo de personas provenientes de la alcaldía de Sabán arribaron al palacio municipal morelense con pancartas, para manifestarse, supuestamente, porque el Ayuntamiento actual desde diciembre del año pasado les “adeuda” la segunda parte de su aguinaldo.
A esta gente sencilla y humilde, fácil de movilizar por unas cuantas monedas, los encabezaba un polémico “licenciado” que en la cabecera municipal ha estado en una serie de dimes y diretes sin sentido con varios personajes de la fauna política de ese municipio, un tal Josué Arjona, que como joven impetuoso y soberbio por su supuesto conocimiento de la ley, ha estado de huarache veloz haciendo pininos en un mal concepto de política que tiene: el de los cacerolazos y las demostraciones de fanfarronería.
Este escribano de pueblo que no se queda con lo que ve en las fachadas y los semblantes sonrientes de la gente, recurrió a las redes y observó que el “feis” de Arjonilla está tapizado de naranja y del “fosfo” “fosfo”. Resulta que Josué Arjona es actualmente el “asesor” del alcade sustituto de Sabán, Héctor Moo Aké, y, por supuesto, un incondicional del candidato a la presidencia municipal por Movimiento Naranja, Francisco Puc, el famoso Xiximac, al quien le encanta los golpes de relumbrón facebooqueros, como este que le hizo, para su fino paladar, su amigo Arjonilla.
Este escribiente de las lajas morelenses, considera que hay que desapasionarse un poco de la política tira metralla, y decir que la manifestación de ayer, no abona en nada para el capital político del Xiximac, pues la inmadurez de Arjonilla corre pareja con la inmadurez política de Francisco Puc: son tal para cual.
¿Y por qué decimos esto? Porque es de personas inmaduras crear problemas y culpar a otros de sus propios desmadres. Es de cínicos –por partida doble, porque no desconocen el derecho y porque lo hacen adrede- de la política, de la más antidemocrática y premoderna política, arriar como bueyes a campesinos por unos cuantos denarios exigiendo al Ayuntamiento actual algo que no está en sus manos resolver, sino en las cuentas de la misma alcaldía de Sabán.
En el organigrama municipal y en la ley de los municipios de Quintana Roo y en otros reglamentos financieros, se establece cierto margen de maniobra para los gobiernos coadyuvantes del Ayuntamiento, como son las alcaldías. Un informante veraz y de primer nivel del actual Ayuntamiento de José María Morelos, comentó a este escribiente, que el Ayuntamiento de José María Morelos no tiene vela en ese sarao creado por estos dos personajes polémicos que buscan el retroceso del Ayuntamiento haciendo una política de humo y ruido. Y es que el Ayuntamiento no contrata a los trabajadores de la alcaldía de Sabán, los contrata la propia alcaldía con su alcalde como representante, el Ayuntamiento solo se limita a darle una partida presupuestal mensual a la alcaldía de 75 mil pesos, y dicha alcaldía, con sanas finanzas, está obligada al pago de nómina y las prestaciones adherentes que como derecho tienen estos trabajadores.
Lo cierto es que la supuesta “manifestación” (que no fue manifestación sino un acarreo convenido) que dirigió el licenciado Arjonilla, sienta otro precedente en el historial polémico del inquieto ex alcalde y hoy candidato de Movimiento Ciudadano, el Xiximac. Por supuesto, decimos que no es una manifestación ciudadana sino política, con intenciones claramente de la más rastrera política, porque Arjonilla resulta representante legal de Movimiento Ciudadano en JMM, y funge como asesor del alcalde de Sabán. A todas luces se ve que ya estamos en temporada de grillos, patos y otras alimañas de la milpa maya en la zona maya de Quintana Roo.