Javier Chumacero/NOTICARIBE PENINSULAR
PLAYA DEL CARMEN. – Caminar por la zona turística es como si el semáforo epidemiológico del COVID-19 estuviera en el color verde: casi nadie porta el cubrebocas.
“Nos dicen que ya están vacunados en su país o que se contagiaron apenas y no son portadores del virus”, refirió una chica que atiende una tienda de ropa respecto a los visitantes que quieren entrar sin la protección.
Familias, parejas o grupos disfrutan el sol y las compras sin preocuparse de los protocolos de salud, mientras son atendidos por recepcionistas, meseros, vendedores y empleados, todos con cubrebocas y cumpliendo su sana distancia.
Ya en la zona centro, la población local sí porta esta prenda, aunque en algunos casos dejan la nariz sin cubrir, al contrario de las recomendaciones del sector salud.