Desde ayer, el estado de Quintana Roo cuenta con el Fideicomiso para el Fortalecimiento de la Actividad Turística (Foatqroo), respaldado por el banco Multiva.
Este nuevo organismo se encargará de las responsabilidades que antes tenía Fonatur, especialmente el mantenimiento de la Zona Hotelera de Cancún. Pero, lejos de generar confianza, el Foatqroo plantea serias dudas.
La principal contradicción radica en el hecho de que la Cuarta Transformación (4T), que se ha opuesto firmemente a las privatizaciones, está ahora introduciendo a actores privados en una tarea que debería ser pública. ¿Estamos viendo una excepción en Quintana Roo, o es que Morena está cambiando su discurso?
La mayor preocupación es la falta de transparencia en este proceso. Eugenio Segura, titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), apenas comunicó la existencia del Foatqroo sin detallar su funcionamiento. Esto deja preguntas cruciales en el aire: ¿Por qué se eligió un fideicomiso en lugar de un organismo público descentralizado o una paraestatal? ¿Cómo operará realmente? ¿De dónde provendrán los recursos y ante quién rendirá cuentas? ¿Y qué ocurre con el artículo 155 Constitucional?
Pero lo que no aplica en la opacidad