Quizá porque tuvieron poco tiempo para analizarla, los actuales diputados no se dieron cuenta del tremendo berenjenal en el que los metieron sus colegas de la Legislatura anterior, al aprobar la ampliación del periodo del Fiscal a 12 años.
La iniciativa fue presentada el 28 de agosto por la bancada morenista de la XVII Legislatura, con su mariscal de campo, Jissel Castro, aunque solo fue firmada por seis de los entonces diputados guindas.
Esta “papa caliente” se la dejaron a la actual Legislatura, que asumió el martes 3 de agosto.
Y el sábado 7 de agosto, fue aprobada por unanimidad de los diputados que asistieron a esa aciaga sesión.
¿Cuál era la urgencia?
¿No que en Morena legislan con el pueblo? ¿Por qué no hubo consultas con abogados o víctimas?
Al menos se hubieran tomado el tiempo de revisar las quejas que hay contra la Fiscalía General del Estado, y en particular contra el actual fiscal, Raciel López.
Si se hubieran puesto a trabajar un poquito y escuchado tantito a sus representados, habrían concluido que, al menos con Raciel López al frente de la FGE, no procedía ampliar a 12 años el periodo del Fiscal.
De hecho, en el Distrito 01, cuyo diputado es Alberto Batún, cofundador de Morena, hay denuncias muy, pero muy recientes de que persisten los despojos por parte de policías ministeriales con el mismo modus operandi del anterior titular de la FGE, Óscar Montes de Oca.
El “caminito” es buscar a una persona que evidentemente sea culpable de un delito, meterla a la cárcel o hacerla huir muy lejos, pedir una orden de cateo y saquear sus pertenencias.
Obvio, los más “indefensos” son personas detenidas y peor aún si son delincuentes famosos.
Pero los diputados morenistas, ahora bajo la guía de Jorge Sanen, optaron por acatar la línea en forma y fondo.
Y el resultado es que los diputados de Morena, los anteriores y los actuales, le dieron un cheque en blanco a Raciel López, para que siga con prácticas fuera de la ley, como saquear casas cateadas.