Se ha insistido que el Gobierno federal está como ausente en Quintana Roo.
La situación es que varias dependencias federales no tienen el personal suficiente para atender los requisitos de un estado tan demandante como Quintana Roo.
Ya se mencionó de manera reiterada que el abandono es casi total en materia de medio ambiente pues es mínimo el número de inspectores de la Profepa y Conamp, además de que los trámites ante Semarnat se tienen que realizar en la Ciudad de México.
Pero, lo más grave estaría ocurriendo en la Fiscalía General de la Republica (FGR).
La delegación ubicada en la López Portillo, en Cancún, es casi un edificio fantasma.
Y lo que parece aún más estremecedor, es que ni siquiera se sabe quién el Delegado de la FGR.
De hecho, no ha habido ningún encuentro entre quien sería el delegado de la FGR con algún representante del aún nuevo gobierno estatal.
En el colmo de los colmos, en la sede de la FGR, ni siquiera pueden agendar una cita con el delegado de la FGR, de quién no se atreven a decir su nombre.
Es de pavoroso suponer que el Gobierno federal tenga a la deriva la FGR, en un estado tan estratégico como Quintana Roo.
Ya se empieza entender por qué pasa lo que pasa en Quintana Roo en cuanto a la criminalidad.