Ya estamos en los tiempos electorales. Los más sucios tiempos electorales.
La presidenta municipal de Felipe Carrillo Puerto, una impresentable al igual que su antecesor, José Esquivel Vargas, “Chak Me’ex”, o cuenta con una escuela repleta de virtudes de la vieja guardia, cuando en los tiempos oscuros del Priato se utilizaba la justicia para acallar a sus enemigos con cola larga, mediana o pequeñita; o bien, cuenta con una máquina del tiempo para mover palancas, manijas, presionar algunos botones y hacer regresar el tiempo de la política a esas etapas que hemos querido dejar atrás, de acallar las necesarias disidencias, la deseada oposición, utilizando carpetas de investigación para desbocar a la caballada.
Pero el señor Vargas, como la señora Mary, no se salva: un dechado de corrupción, dejó al garete el municipio de Felipe Carrillo Puerto, deudas por todos lados, boquetes financieros, no se pagaron las últimas quincenas a los trabajadores de su administración, favoreció a los suyos y le dio hartos bonos a su cabildo, incluido la señora Hernández que hasta le financió su campaña de 2021. Fue tanto el hartazgo ciudadano a su pésima administración, que en su último grito del 16 de septiembre de 2021 no se presentó y, por el contrario, fue quemada su botarga frente al palacio municipal.
Supuestamente, Hernández puso las carpetas de investigación contra la administración del Chac Me’eex desde su llegada al poder municipal, pero éstas se fueron a dormir el sueño de la impunidad por más de dos años. Y solo cuando comienza la temporada de grillos y matracas electoreras, cuando el señor Chac Me’ex, a falta de una oposición política necesaria que se confronte con la frívola señora Hernández, empezaba a mover sus fichas, se reunía con sus allegados, estas carpetas se reactivaron.
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Jura y perjura la señora Hernández que esta detención del pasado 13 de febrero del Chak Me’ex, realizada a plena luz del día con un fuerte dispositivo policiaco a las puertas de su hotel Esquivel, no es asunto de politiquería, que no se politice la detención de su único contrincante político, y con cinismo vergonzoso, se jactó que “la ley no se fija en procesos electorales”. ¿No se fija? Aquí y en China, sabemos que el miedo adolescente de la señora Hernández por perder las delicias del poder, la lleva a darnos estas muestras fehacientes de infantilismo democrático, de sobrado autoritarismo. Si la ley no se fija en procesos electorales, ¿por qué días antes de la detención del ex presidente joaquinista de Felipe Carrillo Puerto, la señora Hernández se reunió con el fiscal estatal? No era una visita de cortesía de la señora Hernández, era para que se le resuelva de inmediato a su favor y que se le allane el camino para sacar “legalmente” de la jugada electoral al “Donald Trump” de la zona maya.
Y es que don Chak Me’ex, que creíamos retirado de las lides políticas de su solar materno desde el fin de su desastrosa administración municipal, no solo no fue tocado por Hernández hasta antes de sacar su cabezota a orearse, sino que, como todo ciudadano carrilloportense con medianas entendederas, detesta el gobierno derrochador, insufrible, frívolo y corrupto de la señora Hernández. Si la señora Hernández llegó con un buen número de votos a la presidencia en el 2021 (más del 50 por ciento, ayudada no solo por el ex edil priista Gabriel Carballo, sino por el señor Chak Meéx) ese capital político fue dilapidado con creces ejerciendo el cargo peor que el Chak Me’ex: la nueva rica que placea su tórrido romance (con el poder…y otros romances) a diestra y siniestra, se ha sentido la sultana de la zona maya, y aunque todavía es joven, su actuar político es de la más rancia estirpe de viejo régimen, y que en nada se diferencia de sus antecesores priístas o perredistas que le doblan la edad. Es una política vieja, de cultura política matusalénica a pesar de usar sus redes de milennials.
Apenas cuatro días antes de su detención del 13 de febrero, el Chak Me’ex, como todo ciudadano carrilloportense que observa el clima de descomposición social y el recrudecimiento de la inseguridad en Carrillo Puerto, condenó la “mucha violencia”, las matazones, los cadáveres que aparecen en los montes del municipio, los levantones que son constantes en esta administración de la señora Hernández. Y aunque esperaba ser el candidato de su partido, el PRD –tal vez, el Chak Me’ex sea la única carta fuerte política que le queda a ese partido en el caribe mexicano-, condenaba que el gobierno de Hernández se ensañara contra él y sus seguidores. Denunciaba acoso y hostigamiento político, y que en Carrillo Puerto, a los que no se cuadraban con Morena y con la señora Hernández, se les hacía vivir “hostigamiento, represión, miedo, temor”. ¡Como en tiempos del Borgismo! Hoy, los hechos le dan la razón al Chak Me’ex: la represión y el hostigamiento que realiza la señora Hernández, obedece a una sola cuestión: ¿tiene miedo de perder?, ¿es tanto su miedo que le hace regresar a la peor politiquería, la represora y la del garrote a los que me estorban en mi deseo de seguir en las delicias del poder?
Y lejos de favorecerle a la señora Hernández la puesta en cuarentena presidiaria[1] del Chak Me’ex, a este truhan, de truhanes a truhanas, de bellacos a bellacas, le ha favorecido esta “persecución” albarradezca de la señora Hernández. Hoy se dice víctima –y tal vez lo sea, pero no como piensan sus defensores y adláteres-, aunque, en realidad, el desbarranco judicial de Hernández lo ha favorecido: con la detención del Chak Me’ex, Hernández pierde más credibilidad, la ciudadanía carrilloportense ya la ve como una aprendiz de tiranita vulgar, y el corrupto capitaliza su persecución. Y si antes de su detención no se creía que podría hacerle mella alguna a la señora Hernández en una liza electoral, ahora más de uno –hasta este que escribe- considera que el alto octanaje de la detención del señor Vargas, será capitalizado con mucha enjundia por su hija Michelle Esquivel. Será una batalla por la presidencia municipal de Carrillo Puerto, donde Michelle hará uso político, en sus discursos, no solo hablando contra la manifiesta frivolidad, el desbarranco administrativo y la violencia que es el común denominador del gobierno de la neo-rica Hernández, sino que le endosará su vena de la más rancia autoritaria que haya tenido jamás Felipe Carrillo Puerto al frente de la presidencia municipal.
Hoy, mientras tanto, las fuerzas ciudadanas en Carrillo Puerto, harán una mega marcha exigiendo la salida de la cárcel del Chak Me’ex, y el plantón permanente en el Poder Judicial de esta ciudad del centro de Quintana Roo, continuará. Hernández, por supuesto, creo que en estos momentos lamenta la marejada mediática y social que ella mismo activó.
[1] No se descarte que, al término del proceso electoral, al señor Chak Me’ex se le regrese sano e impune a su hotel.