Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
BEIRUT.- Cuatro días después de la trágica explosión en Beirut, el dolor deja paso a la rabia. Muchas preguntas quedan aún por resolver y el Gobierno intenta dar con una respuesta rápida para satisfacer a la ciudadanía, informaron agencias.
Por el momento, las autoridades libanesas han arrestado al director de Aduanas y al presidente del puerto de Beirut, junto con otras 16 personas, en el marco de la investigación. La oficina de prensa del Ministerio de Justicia informó de que, “después de más de cinco horas de investigaciones”, la Fiscalía General emitió la orden de arresto.
El Gobierno atribuye la explosión que el martes golpeó a la capital libanesa a la deflagración de una carga de cerca de 3,000 toneladas de nitrato de amonio que se encontraba almacenada en el puerto desde hacía seis años.
El presidente libanés, Michel Aoun, no descarta la posibilidad de que una ‘intervención extranjera’ causara el desastre.
“Le pedí personalmente al presidente francés, Emmanuel Macron, que nos provea de imágenes satélite, si es que tienen alguna, para que podamos determinar si hubo aviones o misiles”, ha asegurado Aoun.
Tras las acusaciones en medios de comunicación, su aliado, el líder del partido milicia chií Hizbulá, ha negado que la organización almacenase armas en el puerto de Beirut.
“No tenemos nada en el puerto: ni un depósito de armas, ni un depósito de misiles, ni misiles, ni rifles, ni bombas, ni balas, ni nitrato de amonio. No hay absolutamente nada de eso”, ha señalado Hassan Nasrallah, líder de la organización.
La clase política es el blanco de la ira del país que ya estaba sumido en una crisis económica y sanitaria. Mientras los equipos de rescate siguen buscando supervivientes. El balance de cifras deja ya al menos 154 fallecidos, decenas de desaparecidos y 5.000 heridos.
Con información de Euronews