Por: Jorge A. Martínez Lugo
Desde el pasado fin de semana se encendieron las alarmas entre los detractores de la 4T, ante la ingeniosa campaña “Que siga López”, que de inmediato fue señalada como una intentona de reelección del presidente.
Fue tan escandalosa la reacción, que a nivel mercadotecnia la campaña irrumpió con indiscutible éxito. Solo comparado con aquella frase “ya sabes quien”.
Una vez develada la idea complementaria: “porque estamos a gusto”, que le sigue al nombre de la campaña, los motores de alarma bajaron de inmediato las revoluciones, pero el efecto ya estaba logrado y ¡de qué tamaña manera!
El sábado pasado se instaló el primer Comité Estatal en Aguascalientes, por parte de su coordinadora nacional, Alejandra Peña, quien ha acotado la campaña a un supuesto apoyo al presidente “hasta el último minuto de su mandato” y que no se distraigan en las campañas adelantadas, porque “seis años no son suficientes para consolidar la 4T”.
Para efectos de violación a la ley electoral, la campaña “Que siga López porque estamos a gusto” no se puede atribuir legalmente a favor de Adán Augusto, por lo que el juego de palabras no podría ser penalizado por el INE.
El manejo de lenguaje ambiguo es el mejor ingrediente en cualquier campaña y ésta lo ha logrado.
Mientras tanto, Adán Augusto, comenzó este viernes en Sinaloa su gira por los estados del país, para cabildear el apoyo de los congresos locales a la reforma constitucional del Ejército y la Marina en las calles hasta 2028.
La “corcholata” que va en un lejano tercer lugar, con respecto a Claudia y Ebrard, ha resultado una revelación política y puede cambiar los números de las encuestas a partir de ésta por demás ingeniosa campaña que dará mucho de qué hablar.
Mientras tanto, el intento de Claudio X. de aglutinar a la oposición a través de Unid@s, luce acartonado, ante una aturdida oposición, sin capacidad de respuesta y cada vez en mayor desventaja rumbo al 2024. Usted tiene la última palabra.