Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
PUERTO MORELOS.- La alcaldesa Laura Fernández Piña señaló que durante su administración no se tolerarán abusos policiacos en contra de la ciudadanía, en referencia a las cinco personas detenidas esta mañana cuando participaban en una protesta por la remodelación del parque del Casco Antiguo.
“En el afán de proteger la integridad de los manifestantes se cometieron excesos y errores en tácticas de contención policiaca que no son aceptables y que no voy a tolerar”, dijo, a través de un comunicado, la presidenta municipal de Puerto Morelos.
“Expreso mi más profundo rechazo al uso excesivo de la fuerza empleada por tres mujeres policías en la detención de cinco personas que participaban en una protesta”, dijo Laura Fernández, quien informó que ordenó la separación inmediata de sus funciones de tres uniformadas involucradas, para ser investigadas y deslindar responsabilidades.
En este sentido, rechazó el uso de la fuerza que ponga en riesgo la integridad de cualquier ciudadano. “Mi gobierno siempre se ha caracterizado por privilegiar la conciliación y el respeto a la libertad de expresión y de las garantías individuales”, señaló.
“En cuanto fui enterada, di instrucciones para que las cinco personas detenidas sean liberadas bajo la supervisión de un visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo), que constató la ausencia de lesiones”, destacó.
La Presidenta Municipal de Puerto Morelos reiteró que se aplicará mano dura para sancionar cualquier abuso en contra de ciudadanos.
Asimismo, Laura Fernández remarcó que no ha permitido ni permitirá ningún abuso en contra de los portomorelenses. “Estoy convencida que las vías de la conciliación, el diálogo y la comunicación abierta serán siempre la mejor manera de resolver cualquier tipo de conflicto”, mencionó.
Por último, comentó que la Policía Quintana Roo de Puerto Morelos acudió al parque del Casco Antiguo en atención a una solicitud de apoyo de los directivos encargados de la obra de remodelación, que temían por la integridad física de un grupo de manifestantes que estaban dentro de una zona en la que se trabaja con maquinaria pesada.