Sin duda en el municipio de Solidaridad (Playa del Carmen) se está gestando la madre de todas las batallas, que va más allá de los partidos, por cierto, uno muy devaluado y otro demasiado sobrevalorado.
Y es que en Playa hay dos bandos de expresidentes municipales con las miras puestas hacia 2024.
Por un lado, la alcaldesa (panista), Lili Campos que teje fino su reelección con casi todos los ex presidentes municipales, desde Ramón Severo Novelo Cárdenas y Gabriel Mendicuti, hasta Román Quian y Filiberto Martinez.
Por otro lado, hay un Bloque Verde con Miguel Ramón Marín Azueta, Mauricio Góngora y Cristina Torres, pero que tiene como principal dificultad que se sea como sea desde la Ciudad de México se pretende imponer a la diputada local, Estefanía Mercado
Obvio, el “Verde” es pura bisutería toda vez que la marca “garantizada” es Morena, aunque también aún pesa el desastre de la “gestión” de Laura Beristain.
Dicho sea de paso, el morenismo playense no pinta ni da color, pero no se trata de que los guindas no tengan prospectas, sino que se afianza el criterio que Solidaridad es una cuota cuotas del Verde, como parte de los acuerdos del bipartito.
Y la realidad, es que se propia repetir, con los verdes, el escenario que se creó con Roberto Borge, que es inflar candidatos al vapor como el emblemático caso de José Luis “Chanito” Toledo, que quien fue “ofertado” como el orgullo de los jóvenes, hoy está en el retiro forzado.
Pero, por lo pronto, la sucesión en Playa del Carmen pasa por los amarres y los exalcaldes tienen roles estelares.