Por el Paleador
Los montones y montones de sargazo se están apilando a la entrada del Palacio Municipal de Puerto Morelos.
Observo ese lodazal que va bajando por las escaleras que conducen a las oficinas de Blanca Merari Tziu Muñoz, flamante presidenta Municipal, que prácticamente no se ha parado por esa demarcación, ni mucho menos participó en el desfile del Día del Trabajo. De hecho, fue la única edil quintanarroense que no encabezó tales festejos.
Aprovechando esa ausencia algunos trabajadores de confianza se quejaron del reciente descuento de 500 pesos de su sueldo quincenal para la compra de juguetes destinados al festejo del “Día del Niño y de la Niña”. “No se vale, nosotros si trabajamos, se los hubieran descontado a los aviadores” enfatizaron.
También comentaron que Nancy Tziu Muñoz, hermana de la presidenta municipal, es la mandamás en la Tesorería municipal; además, su cuñada María Náhuat, está en la nómina del Ayuntamiento.
Mencionaron que Abraham Masegosa Raña, secretario particular y compadre de Blanca Merari, utiliza a su hermano de nombre Alvaro Masegosa Raña, Director de Recursos Materiales y Suministros del Municipio de Puerto Morelos, así como al Director de Recursos Humanos, Julian Santos Medina Cab, para incrustar a amigos y compadres como “aviadores”, y otorgar “dadivas” y canonjías, a través de dotación de gasolina mensual, viáticos, bienes consumibles, entre otros.
En ese “diseño” de extracción presupuestal, la hermana de la presidenta municipal es la “cuña”, de la tesorera municipal, Ana Isabel Luna García.
Y Abraham Masegosa Raña, es la mano que mece la cuna presupuestal del Municipio, y Roberto Robertos Balam, es quien vigila, cual policía cibernético, que ningún trabajador reclame o exija en redes sociales. Los empleados están para aplaudir las imágenes y actividades de nuestra presidenta, ha dicho, so castigo de ser despedidos, y aunque formalmente no labore, todos saben que es la mano que mece la hamaca de las redes sociales de su amiga y comadre Blanca Merari Tziu Muñoz.
Como observamos, esta complicado el trabajo de este paleador, y, pues ni modos, a darle duro y tupido, y ahora vamos a comentar las cifras que no le cuadran a la Merari.
Descuadrando el presupuesto de Puerto Morelos.
De acuerdo al Informe de Egresos del ejercicio del año pasado, el aumento en el capitulo mil, es decir, el de servicios personales, tuvo un aumento (adicional) de 55 millones 064 mil pesos. En la sesión ordinaria del Cabildo no se contestó a la pregunta de cuántas nuevas contrataciones se efectuaron (bajo cualquier modalidad), o en qué se gastó ese cuantioso recurso adicional.
Y fue desafortunado el manejo de 4 millones 588 mil 733 pesos mensuales extras en el capítulo mil, que seguramente se utilizaron en prestaciones, bonos, estímulos adicionales a los funcionarios allegados a Blanca Merari Tziu Muñoz y para ella misma. Igualmente, pudo tratarse de nuevas contrataciones. Situación de la que no se informó.
Este paleador revisó las cifras, y en verdad es mucho dinero para destinarlo para ese capítulo, y la pregunta que surge es: ¿por qué no lo reprogramaron y lo utilizaron para programas sociales?
Y todos los demás conceptos de gasto tuvieron aumentos adicionales.
¿Qué motivó ese incremento adicional de egresos?
Veamos: los ingresos proyectados inicialmente fueron de 493 millones 955 mil 974 pesos, pero en realidad durante el 2022 se ingresaron a las arcas municipales 558 millones, 313 mil 708 pesos: es decir, hubo un aumento real en la recaudación de 64 millones 357 mil 734 pesos.
Esos recursos adicionales, preferentemente se dispusieron, en el citado capitulo mil, el de los sueldos, prestaciones, bonos, etc.
Y, además, no se ejercieron 20 MILLONES, 268 MIL, 934 PESOS, dado que se ejercieron 538 millones 044 mil 773 pesos (de los 558 millones, 313 mil 708 pesos ingresados), por tanto, esos dineros no ejercidos se consideraron SUPERAVIT PRESUPUESTARIO. El problema es que no se informó dónde están guardados, pero bien pudieron haberse destinado a programas de desarrollo social.
De ahí que durante la sesión ordinaria del H. Cabildo Municipal de fecha 25 de abril de 2023, donde se presentó la cuenta pública del 2022, la presidenta estaba urgida por terminarla, y que nadie se osara a hacer uso de la voz.
La voz de ella es la que manda.
Y la mano que mece la cuna presupuestaria también estaba urgido porque terminara rápido la sesión, y de que nadie osara en hablar o cuestionar. “Todo está cuadrado”, comentó, urgiendo de esa forma la conclusión de tal sesión.
Y el paleador, ahí sentado, vio la sonrisa forzada de algunos empleados, que, a fuerza y por necesidad, tuvieron que sonreír, y decirle a la presidenta: “Buenas noches, presidenta, que tenga bonita noche”, y en su pensamiento surgían un sinfín de maledicencias ($%&%$·!$%&#$) propias de los desafortunados, que tienen que soportar los infortunios del despotismo del poder.