A Estefanía Mercado no le ha quedado más remedio que usar viejas recetas para tratar de arrancar “su” gobierno, el cual está hasta el tope de compromisos con todo tipo de grupos, grupitos y grupúsculos políticos de Solidaridad y foráneos.
Su primer paso fue empezar con la vieja receta de culpar al pasado y presentar problemas “normales” como tremendos retos, que solo puede atender un gobernante excepcional; en este caso, una gobernante excepcional.
Pero los verdaderos problemas de la administración de Estefanía Mercado no son la acumulación de basura, la construcción de parques o sostener encuentros de autocomplacencia con la clase empresarial local. La pregunta es: ¿Cómo podrá la alcaldesa resolver el galimatías de tantos intereses que acumuló para su desbordado triunfo?
Por cierto, un dato estremecedor es la avalancha de votos que, de una elección a otra, obtuvo el binomio Morena-PVEM. En 2021, la alianza verdi-guinda obtuvo 22 mil 906 votos y en 2024 trepó a 76 mil 255.
Es decir, en tres años, el bipartito, con Estefanía, sumó 53 mil 349 “nuevos” votos y triplicó su votación. Todo es un fenómeno sobrenatural.
Parte de la explicación está en su gabinete. Ahora tiene que pagar un voluminoso fajo de facturas políticas.
De por sí, estar al frente de un municipio como Solidaridad ya es una tarea difícil; ahora, además, la alcaldesa playense deberá domar a su gabinete Frankenstein.
Los principales problemas serán los que se encuentran dentro del Palacio Municipal.