El primer ensayo clínico, esta todavía en fase muy preliminar y pendiente de la autorización del Ministerio de Sanidad de España.
MADRID.- Las autoridades sanitarias madrileñas, en pleno colapso de los hospitales por la peste del nuevo coronavirus, han empezado a explorar un posible tratamiento experimental para los pacientes más graves: la transfusión directa de plasma sanguíneo de personas que se han recuperado de la infección.
El Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid trabaja contra reloj con varios hospitales madrileños en un primer ensayo clínico, todavía en fase muy preliminar y pendiente de la autorización del Ministerio de Sanidad.
Una carta con el membrete del centro filtrada ayer en redes sociales ha provocado una avalancha de ofrecimientos de potenciales donantes, pero una portavoz del Centro de Transfusión subraya que no están buscando voluntarios entre la población general, sino que serían los médicos los que se encargarían de encontrar a los candidatos idóneos para obtener su “plasma hiperinmune”.
El inmunólogo Arturo Casadevall lleva desde finales de enero desgañitándose para recordar a la comunidad científica internacional la opción de la sangre de las personas convalecientes. Es una estrategia tan vieja que ya se utilizó en la pandemia de gripe de 1918, cuando un virus desconocido se propagó por el planeta y mató a unos 50 millones de personas, más del doble que la Primera Guerra Mundial.
Los chapuceros ensayos clínicos de la época, con plasma sanguíneo de supervivientes, lograron reducir la letalidad del virus a la mitad.
Casadevall nació en Cuba en 1957 y vivió de niño en Madrid, cerca de la Puerta del Sol, antes de emigrar a Estados Unidos, donde hoy es una autoridad en enfermedades infecciosas en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore.
El 27 de febrero, escribió en el periódico The Wall Street Journal advirtiendo de que la vacuna contra el nuevo coronavirus tardará meses, pero el plasma podría estar listo en semanas. Colegas de todo el país respondieron a su llamamiento.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE UU ha autorizado el uso de estas transfusiones experimentales en pacientes graves.
“Cuando la situación empezó a empeorar, quedó claro que merecía la pena intentarlo. Todo ha ido muy rápido”, explica Casadevall por videoconferencia.
Nueva York es el lugar del mundo con una tendencia más preocupante: el número de fallecidos por la Covid-19 se duplica cada dos días. Dos hospitales neoyorquinos —el Monte Sinaí y la Escuela de Medicina Albert Einstein— comenzarán la semana que viene a probar estas transfusiones.
La multinacional española Grifols, uno de los grandes productores mundiales de derivados de la sangre, anunció este miércoles un acuerdo de colaboración con la FDA para obtener plasma de pacientes recuperados de la Covid-19, procesarlo industrialmente y fabricar un medicamento experimental a partir de las inmunoglobulinas hiperinmunes, las proteínas generadas por el cuerpo humano para combatir la infección.
“De demostrarse eficaz, podría utilizarse en la lucha contra esta pandemia”, ha asegurado la empresa, que se mete así en la carrera internacional para encontrar fármacos contra la nueva enfermedad.
Fuente: El País.