Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- La periodista mexicana Lydia Cacho ya es también española. El Consejo de Ministros del país europeo ha concedido este martes la nacionalidad por naturalización a la escritora y activista social “por el riesgo evidente para su vida” por el que se encuentra residiendo en Madrid con una autorización temporal. “Su situación personal es vulnerable, pues ha sido víctima de torturas, ha sufrido más de seis atentados y está amenazada de muerte”, según expone el Gobierno español en un comunicado.
Con sus investigaciones sobre “graves violaciones de derechos humanos”, la periodista especializada en la cobertura de situaciones de riesgo “ha contribuido a la lucha contra la trata de personas en todo el mundo”, señala el documento. El Consejo de Ministros ha resaltado también la participación de la “destacada investigadora en violencia de género, salud, niñez y delincuencia organizada” en la redacción y asesoramiento de leyes contra la trata, pornografía infantil y violencia de género en varios países latinoamericanos. Así como su “estrecha” vinculación con España, “pues ha colaborado de forma regular con medios españoles, así como con diferentes organizaciones y entidades”.
Tras la publicación del libro Los demonios del Edén, que en la primavera de 2005 reveló una red de trata y explotación infantil en el Estado de Quintana Roo, y salpicó a varios políticos y empresarios mexicanos, la autora fue arbitrariamente detenida y torturada. Por ello, en 2018 la ONU reconoció las violaciones a los derechos humanos en el caso, y en 2019 el Gobierno mexicano ofreció una disculpa pública. No obstante, el principal acusado, el empresario Kamel Nacif, disfruta de la libertad luego de que en julio pasado un tribunal le otorgó un amparo que le permitió salir de prisión tras ser detenido dos meses antes en Líbano.
Otro de los principales responsables, el exgobernador de Puebla, Mario Marín, está tras las rejas desde febrero acusado de ordenar las torturas y la detención ilegal de la periodista. Aunque por otro lado, las alarmas de la impunidad volvieron a saltar en septiembre de este mismo año cuando otro tribunal ordenó la cancelación de la circular roja de Interpol para detener a Nacif, apodado como el Rey de la Mezclilla.
La nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza, otorgada de forma discrecional por Real Decreto, cuando concurren en la persona interesada circunstancias excepcionales que lo justifican, según explica el Consejo de Ministros.
Tras tramitar su expediente para cada caso particular, “la persona solicitante debe jurar o prometer fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las leyes, debiendo renunciar a su anterior nacionalidad, salvo en las excepciones marcadas por la ley, como son los naturales de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Portugal y los sefardíes”, detalla.
El de Lydia Cacho ha sido uno de los siete reales decretos concedidos a este tipo de nacionalidad, entre los que también resaltan el de la escritora brasileña y Premio Príncipe de Asturias de las Letras, Nélida Piñón. Así como el autor teatral y actor de nacionalidad argentina, Óscar Martínez; del periodista e hispanista de origen británico, William D. Chislett; de la jugadora de ajedrez de origen georgiano, Ana Matnadze; de Fraidelyn Padua, hija de una mujer de República Dominicana asesinada por su pareja en España, y de Dounia el Ghorfi, de origen marroquí, víctima de un caso de abandono de familia y malos tratos domésticos, en situación de vulnerabilidad.
Con información de El País