El caso del diputado Enrique Vázquez Navarro tiene aún más capítulos en esta saga trágico-cómica del “nuevo” representante quintanarroense en el Congreso de la Unión.
Tras llegar como suplente a San Lázaro en la lista de “pluris” de Morena, el joven Vázquez se convirtió, en los primeros días de septiembre, en el séptimo diputado quintanarroense, sustituyendo al veracruzano Juan Carlos Natale López, expriista y ahora kiwi, quien dejó su curul para unirse al gobierno de Puebla.
Enrique Vázquez Navarro es un claro ejemplo de cómo las buenas relaciones y estar en el lugar y momento indicados pueden servir para ascender en la política.
Si bien casi nadie lo conoce en Quintana Roo, ya lleva un tiempo en la entidad, específicamente en Cancún, adonde llegó de la mano de la entonces dirigente formal de Morena, Yeidckol Polevnsky, con quien también lo une un lazo familiar.
La actual senadora del PT usó su excelente relación con el entonces gobernador Carlos Joaquín, en ese entonces del PAN, y Enrique Vázquez ocupó cargos difusos en el Gobierno del estado. Luego, le asignaron un cargo equivalente al representante del Ayuntamiento en la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en entendimiento con Polevnsky y el entonces canciller Marcelo Ebrard.
En las recientes elecciones federales, llegó a las listas de candidatos de Morena como cuota de Ebrard, en el marco de las medidas compensatorias del juego de las “corcholatas”.
Sin embargo, “Quique” Vázquez no es solo un relleno. Ya ha superado en notoriedad a la mayoría de sus colegas quintanarroenses. El pasado 29 de septiembre, presentó la postura de la bancada de Morena en la reforma que eleva a rango constitucional el apoyo económico a los jóvenes en situación de desocupación laboral.