Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- Por preocupación a que se extienda la infección porque muchos ciudadanos están bajando la guardia de la protección, el presidente de la región de Campania, Vincenzo de Luca, aprobó una nueva ordenanza con multas de 1.000 euros (USD 1.165) a quienes no lleven la mascarilla en lugares donde es obligatoria.
La penalidad se cobrará a cualquier persona que no cumpla los protocolos en lugares cerrados, desde tiendas hasta centros comerciales, clínicas, centros de belleza y salones de peluquería. Además de las multas, los dueños de los negocios corren el riesgo de ver cerrado el local desde cinco a treinta días.
El objetivo de la ordenanza “prevenir y contener el contagio del virus” y habilita el bloqueo del transporte público, en particular los autobuses y trenes: si hay una persona sin mascarilla a bordo, los empleados pueden detener el vehículo y multar al pasajero.
Ayer, ya impuso las tres primeras multas de 1.000 euros cada una a tres locales de Salerno. Una peluquería, un bar y otro comercio de Salerno, unos 50 km al sur de Nápoles, fueron multados luego de que la policía constatara que no respetaban la regla de llevar mascarilla para combatir la propagacipon de la pandemia de covid-19.
“Si nuestros conciudadanos creen que el problema está resuelto, ello quiere decir que en un plazo de algunas semanas retornaremos a una grave emergencia” advirtió el gobernador de la región de Campania, Vincenzo de Luca.
Italia, primer país en ser golpeado por la epidemia en Europa, ha pagado un duro tributo con más de 35.000 muertos y más de 242.000 casos de contaminación. La enfermedad parece hoy controlada incluso si el sábado se anunciaron 275 nuevos casos en 24 horas, así como cinco fallecimientos.
La subida de 274 nuevos contagios es levemente superior a la del día anterior (252) pero se mantiene dentro de las cifras habituales en las últimas semanas, en lo que todo indica que se trata de una fase estacionaria de la pandemia en el país. En este boletín las víctimas mortales ascienden a las 35.102 personas. La región de Lombardía (norte), la más afectada en esta crisis sanitaria, no registró fallecidos por segundo día consecutivo.
Actualmente permanecen enfermas 12.442 personas, 141 más que ayer, si bien la gran mayoría (11.670) se encuentra aislada en sus domicilios con síntomas leves o sin ellos. Menos de 800 personas han requerido hospitalización: 731 están ingresadas y 41 reciben cuidados intensivos, cinco menos que ayer. Los dados de alta tras superar la COVID-19 ascienden ya a 198.320 personas.
Con estas cifras, Italia sigue con atención los eventuales focos que van surgiendo, de pequeña entidad hasta el momento, y baraja medidas para limitar eventuales contagios en el ocio nocturno y para evitar posibles importaciones.
El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, defendió la necesidad de proteger Italia “dentro de un contexto internacional que empeora” y por el que ya ha vetado las llegadas de catorce países, entre ellos Chile, Perú, Brasil, Panamá o República Dominicana. Ayer ordenó una cuarentena obligatoria a todas las personas que hayan pasado las últimas dos semanas en Rumanía y Bulgaria.
En la región del Lacio (centro), con capital en Roma, ha surgido un brote entre la comunidad de bengalíes que hoy aumentó después de que dos personas resultaran positivas. El próximo miércoles el primer ministro, Giuseppe Conte, comparecerá ante el Parlamento para pedir una ampliación del actual estado de emergencia, que expira el 31 de julio, previsiblemente hasta el 31 de octubre. El principal partido de la oposición, la ultraderechista Liga, ya ha adelantado que votará en contra y organizará una protesta a las puertas de la Cámara de los Diputados.
Con información de Infobae