Por Javier Chumacero/NOTICARIBE PENINSULAR
SOLIDARIDAD.- Los insumos de protección como el gel antibacterial y los cubrebocas, gracias a la contingencia del COVID-19, de la noche a la mañana se han convertido en un elemento para mantener la economía familiar.
Olga Lidia Quintero se dedica a la costura desde hace muchos años. Tiene una familia numerosa, y contó que al principio de la pandemia, empezó a haber cubrebocas para la parentela, porque tuvo que cerrar su negocio al no ser considerado esencial.
“Nos sobraron algunos y se nos ocurrió venderlos a una familia amiga, y de ahí empezó todo, porque en las farmacias ya no vendían. Preferimos los lavables a los desechables”, comentó.
Y ahora es parte del sostén financiero, ya que su hermana y varios cuñados se quedaron sin empleo. “Vamos saliendo adelante y esperamos seguir así”, añadió con una sonrisa de confianza.
En la colonia 28 de Julio, así como en otros puntos de la ciudad, se han instalado puestos callejeros, que venden gel y hasta mascarillas protectoras