Francisco Javier Robles/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Este fin de semana, autoridades federales de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México anunciaron la creación de las Oficinas de Expedición de Pasaportes en Quintana Roo, con sede en la ciudad de Cancún, en la plaza comercial Marina del complejo Puerto Cancún.
En conferencia de prensa, el director general de Delegaciones de la SRE, Carlos Candelaria López, precisó que la construcción del proyecto iniciará en noviembre próximo, en un espacio de dos mil 700 metros cuadrados, y quedarán concluidas e inauguradas en los siguientes dos o tres meses.
“Estaremos estrenando oficinas en el primer mes de 2022, en enero, con horarios de ocho de la mañana a ocho de la noche de lunes a domingo. Acabaremos con la demanda de citas, con el coyotaje, y con el abuso”.
La inversión de 20 millones de pesos será totalmente del centro comercial, como parte de un convenio de colaboración, y la Secretaría de Relaciones Exteriores pagará una renta mensual cercana a los 150 mil pesos, unos 70 mil pesos menos de los que paga por las oficinas actuales ubicadas en el centro de la ciudad, y que a decir de la responsable, son totalmente obsoletas en este momento.
Acompañado de Lorena Carabeo Acosta, directora de Oficinas de Pasaportes en Quintana Roo, y Ramón de la Fuente Deschamps, director de la Plaza Marina, el funcionario federal también anunció la próxima expedición de un nuevo documento con mayores medidas de seguridad.
Con el inicio de actividades de la nueva sede, comenzará la distribución en el estado -dijo- del nuevo pasaporte electrónico, el cual fue presentado físicamente en el marco de la comparecencia ante medios de comunicación, realizada precisamente en la plaza Marina de Puerto Cancún.
“El documento tradicional se cambiará por una hoja semirrígida de policarbonato, y por seguridad no está impresa con tinta, sino con un equipo láser, compuesta de diversas hojas en su interior, lo que hace imposible su falsificación, porque no hay forma de borrar los datos del usuario”.
Destacó que toda la información biográfica y biométrica del portador va en un chip electrónico, en el interior del documento, haciéndolo imposible de modificar o cambiar, porque es un dispositivo encriptado con una clave del país y otra para cada usuario.
“Entonces, si no corresponden los datos del chip con los datos de la hoja de policarbonato, evidentemente ese documento está alterado”, concluyó Candelaria López.