Por Leslie Gordillo
CANCÚN.- Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Cancún es sin duda el Party Center, ubicado en el kilómetro 9.5 de la zona hotelera y que es reconocido por su vida nocturna, pues allí convergen los principales antros del destino donde la noche no termina.
Sin embargo, a causa de la contingencia provocada por el COVID-19, desde el domingo pasado estos centros nocturnos se mantienen cerrados, dejando en penumbras un punto de la ciudad reconocido por su música, luces, bailarines y fiestas nocturnas.
Estos cierres ocurrieron en plena temporada de springbreakers, se tenía una expectativa de recibir entre 15 y 20 mil jóvenes universitarios, quienes cada año abarrotan los centros nocturnos, pero que en esta ocasión se quedaron en su país.
Y es que si bien los centros nocturnos cerraron sus puertas para atender el llamado de las autoridades gubernamentales, con la intención de evitar aglomeraciones y así parar los contagios del COVID-19, lo cierto es que la afluencia comenzaba a disminuir y cada día iría a la baja.
La ocupación hotelera llegó ya al 12% en Cancún, con 51 centros de hospedaje cerrados temporalmente y decenas de vuelos cancelados cada día, por lo que la incertidumbre del sector turístico es desalentadora, pero sobre todo de los miles de trabajadores que tal vez aún reciban su salario, pero es mínimo y han dejado de percibir esas propinas que eran su principal fuente de ingresos.