Hugo Martoccia
Una voz fundamental del morenismo quintanarroense dijo esta semana: “A todos nos tiran al ruedo y luego nos dejan solos y controlados”. La conversación giraba en torno a Solidaridad. El eje de la discusión pasaba por un tema que comienza a preocupar a toda la 4T: el constante fortalecimiento de Lili Campos en el municipio y la inacción propia ante ese riesgoso dato. Esa inacción de parte del oficialismo estatal es, al menos, extraña. De ahí la frase aparentemente paradójica que dice que los operadores del morenismo están a la vez “solos y controlados”.
Desde hace un par de meses Mara Lezama marcó una línea para recuperar Solidaridad en 2024. El 28 de julio, el día del aniversario del municipio, fue el paroxismo de esa decisión. En su discurso, la gobernadora dijo sin ambages que quería llevar la transformación a esa demarcación y generó algarabía en el lopezobradorismo.
Hubo en aquellos días una ebullición política que incluyó reuniones, acuerdos y movimientos varios. Uno de esos movimientos fue una reunión en el comando marista en Cancún, en la cual la Secretaria de Gobierno, Cristina Torres (una de las interesadas directas en el tema) distribuyó tareas a todos los actores de MORENA vinculados al municipio. Varios participantes de aquel cónclave recuerdan, por ejemplo, que a Orlando Muñoz se le asignó el papel de “kamikaze”; o sea, sería el encargado de la munición gruesa contra Lili.
Nunca hubo tal cosa, y esa ebullición claramente ha mermado. Casi dos meses han pasado, y lo que se acordó no fluyó de manera orgánica, si es que fluyó de alguna manera. Hubo y hay algunos esfuerzos por ser la oposición de Lili, por marcar algún error de su gobierno, por meterla en algún aprieto mediático; pero claramente no hay una estrategia sólida de desgaste contra su gestión o su figura.
En las próximas semanas MORENA va a inaugurar en el municipio una suerte de casa partidaria, y en ese municipio se llevará a cabo el evento estatal por el aniversario del partido. Quieren que sea multitudinario, hablan de no menos de 5 mil personas, para mostrar el músculo lopezobradorista.
Hay quienes dicen que esa será la campana de largada definitiva hacia 2024. Otros dudan. Dicen que ganar una elección como la de Solidaridad requiere mucho más que gestos homéricos sin sustento posterior.
Números
Las elecciones se ganan con votos, y los votos se consiguen con dinero, dicen los viejos operadores electorales. No hablan de comprar votos (o no sólo hablan de comprar votos) sino de toda la operación necesaria para llegar al día D con posibilidades de ganar.
Un operador morenista lo explica. “En todos los municipios donde gobierna MORENA los alcaldes deben aportar al partido. En Solidaridad no hay quien financie los trabajos. En el municipio que más se necesita no hay recursos para operar”.
Del otro lado, dicen, hay un ejército que se mueve todos los días en las calles para fortalecer el proyecto de Lili. En el morenismo playense calculan que no menos de mil operadores de ella están incrustados en la nómina del Ayuntamiento. Es una fuerza política monumental.
Y hay más. Se trata, quizá, del municipio con mayor holgura presupuestal del estado, con una “caja negra” de proporciones incalculables, que le permite a la alcaldesa tener una presencia y una protección mediática como pocos. Para decirlo con todas las letras: va a ser difícil someter a Lili a “periodicazos”; tiene cómo responder.
Del otro lado hay poco. Por ejemplo, en el morenismo playense dicen que no existe una coordinación para cruzar los planes sociales de la Federación y del estado. Y si bien la 4T se está quedando con esos aplausos, se requiere de una operación fina para que esos aplausos se traduzca en votos.
Otro problema que ven es que se trata del municipio donde menos presencia, física y política, tiene la gobernadora. Y no hay una estrategia en el Cabildo para hacerle frente a las políticas de la alcaldesa panista.
Y si faltara algo, a todo eso hay que sumarle el paso del tiempo. Con Lili trabajando hace dos años para su reelección, MORENA ya debería tener al menos una señal de a quién debe apoyar.
“Si es Estefanía ¿por qué no lo dicen de una vez y así empezamos a construir el siguiente paso, que es la unidad?”, pregunta un morenista, en referencia a la diputada verde ecologista, Estefanía Mercado.
Para algunos, se está a días de que esa decisión se tome tarde. Si es que esa demora irreparable no sucedió ya.
“Cuando nos mandaron a operar para Claudia (Sheinbaum) sí hubo instrucciones precisas y seguimiento”, insiste. Recuerda, incluso, que a algunos que se habían mostrado a favor de Marcelo Ebrard los mandaron a “retractarse” y trabajar para Claudia.
“Cuando quieren operar, operan”, concluye. Y la conclusión no está exenta de cierta sospecha.
Están entregando, por acción o por omisión, el municipio a Lili Campos. Esa es la conclusión final de esa versión.
Votos y estrategias
La otra versión de esta historia es menos profusa pero no menos específica. Dice que había que esperar la conclusión del proceso de las “corcholatas”, y que efectivamente el evento de MORENA por el aniversario será el inicio informal de la campaña en el municipio.
¿Por qué no dicen que Estefanía es ya la candidata? Unos responden que lo saben quienes lo tiene que saber, y que en su momento será público. Otros dicen que hay que esperar las encuestas, en donde nadie marca una distancia definitiva.
¿No se pierde tiempo para una unidad que no será fácil de lograr? No; responden con firmeza. Y dicen, casi con voluntarismo, que el lopezobradorismo irá unido, como siempre lo ha hecho.
Los números de Lili no los asustan. Dicen que el lopezobradorismo tiene un voto orgánico muy grande, y que los planes sociales funcionan como una campaña constante que no necesita un rostro permanente más que el del presidente AMLO y la gobernadora. La candidatura municipal es el último paso.
¿Y la fuerza de Lili? Dice que a pesar de la operación de Estado que hubo en 2021 para que gane (operación que incluyó la ausencia total del morenismo en apoyo de su candidata Laura Beristain, y el encarcelamiento de operadores morenistas por parte de la Fiscalía de Carlos Joaquín) Lili sólo ganó por 3 mil votos.
En el 2024, con elecciones concurrentes a la Presidencia y Senado; una diputación federal en ese distrito, y 4 diputaciones locales, en donde la 4T es amplia favorita, Lili no tiene chance.
Esa es la conclusión de esa versión.
Mensajes
En su Primer Informe de Gobierno, Mara volvió a mandar un fuerte mensaje contra el pasado inmediato, con claras referencias al pésimo gobierno de Carlos Joaquín. Pero ya no causó el mismo impacto que el 28 de julio, por la inacción posterior que ya se explicó.
Por su parte, la alcaldesa de Solidaridad aceptó el debate de mensajes políticos, y en su Segundo Informe de Gobierno, que dio esta semana, le dijo a Mara que ella es la mejor alcaldesa del estado, y que debía sentirse orgullosa de Solidaridad. ¿Fue una respuesta al 28 de julio? Eso parece.
Ese cruce de mensajes, la evidente gestualidad incómoda entre ellas, y el caos político que significaría para la 4T un eventual triunfo de Lili en el 24 (iría derecho a la gubernatura ante un morenismo, hoy, huérfano de figuras para esa batalla) hacen que esa versión de que se estaría entregando el municipio a la panista sea casi inconcebible. Un acuerdo tan aparentemente negativo para Mara requiere de otras explicaciones.
“¿Y si vemos a Carlos Joaquín en la boleta al Senado de la 4T?”, pregunta, sin un ápice de inocencia, alguien que lo conoce. Con el ex gobernador como parte de la oferta electoral de la 4T, por el Verde seguramente, nadie podría señalar a Lili Campos de opositora; sería una suerte de “oficialismo alternativo”. Y su triunfo electoral sería un mero trámite.
No habría, entonces, una competencia real en las urnas, sino un acuerdo cupular anterior a ese hecho. “Lo mismo que pasó en 2022”, insiste la misma voz, ahora con abierta ironía. Y recuerda el caso de Atenea Gomez Ricalde en Isla Mujeres, que pasó del neojoaquinismo a la 4T sin escalas ni reparos. Todos están del mismo lado.
¿Será que estamos sumidos en una gran farsa democrática y en Quintana Roo hay un partido único que incluye a todas las figuras políticas en el mismo bando? Lo que pase en Solidaridad en 2024 será la respuesta a esa inquietante pregunta.