REDACCIÓN/NOTICARIBE PENINSULAR
Es el sueño de los países que viven del turismo: largas colas de veraneantes dispuestos a esperar lo que haga falta para entrar en el territorio. Así estaba el sábado la península croata de Istria, en la frontera con Eslovenia.
Según los datos del sistema eVisitor, en estos momentos hay más de medio millón de turistas en el país, la abrumadora mayoría extranjeros.
Sin embargo, el turismo croata también está sufriendo el zarpazo del coronavirus. En ciudades como Pula, que en estas fechas cuelgan el cartel de completo, se estima que en todo el verano sólo habrá un 40% de los visitantes del año pasado.
Restaurantes y tiendas de recuerdos trabajan a medio gas y el miedo a un rebrote de la pandemia preocupa a las autoridades tras registrarse un repunte de contagios en los últimos días.
Francia también presenta estampas que recuerdan a cómo eran los veranos antes de la pandemia. Este fin de semana se han registrado atascos kilométricos en muchas autopistas al coincidir las vacaciones de muchos con un largo puente para casi todos: el próximo martes es 14 de julio, día de la fiesta nacional. (Con información de Euronews)