CHETUMAL.- A pesar que el Gobierno de México anunció este martes la Fase 2, de acuerdo con los protocolos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante la contingencia generada por el Coronavirus, Quintana Roo mantendrá la Fase 1 en medio del impacto que ha generado a la industria turística, con el despido masivo de trabajadores y cierre de hoteles.
El Gobernador, Carlos Joaquín González, aseguró que en el estado no existen las condiciones para que se registren brotes comunitarios de acuerdo con los protocolos de la OMS.
Afirmó que los casos positivos son importados y los demás son extranjeros residentes en México.
Manifestó que a diferencia del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el Gobierno del Estado comenzó su estrategia de sana distancia desde semanas anteriores y lo que hará será reforzar las campañas para que la gente no salga de sus casas y evite aglomeraciones además de lavarse las manos de manera constante y toser usando el antebrazo para cubrirse la boca.
En conferencia de prensa, el mandatario estatal reiteró que las fronteras no serán cerradas ya que la Constitución garantiza el libre tránsito de los ciudadanos, pero que se reforzarán los filtros de revisión, la toma de temperaturas con pistolas térmicas aún cuando no sean eficaces al 100%.
Reconoció que la contingencia sanitaria ha ocasionado un impacto en la ocupación hotelera al reportarse un 40% en los destinos de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres; 36% en la Riviera Maya y del 50% en Cozumel, además del despido de trabajadores por empresas que se precipitaron.
Carlos Joaquín hizo referencia a su plan estratégico de atención y recuperación económica y confirmó que trabaja en la implementación de un programa alimentario para distribuir despensas a las familias que lo necesitan de un universo contemplado de 400 mil casas.
Este programa comenzará a operar a partir de abril próximo.
Asimismo, el mandatario estatal confirmó que secretarías de estado, órganos autónomos y desconcentrados tendrán un recorte en su presupuesto de acuerdo con la disminución de participaciones federales y el monto de los ingresos propios que se obtengan en los próximos meses.