Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
BRUCELAS .- Paulatinamente medidas más duras contra la pandemia se expanden por Europa.
Al igual que en Austria, el Gobierno de Eslovaquia ha aprobado un confinamiento de dos semanas como consecuencia de un aumento récord de los contagios por coronavirus.
Será a partir del viernes, y afectará a tanto a los no vacunados como a los vacunados. Los ciudadanos podrán salir de sus hogares sólo por razones específicas, como comprar alimentos, ir al trabajo y a las escuelas o vacunarse.
Los no vacunados deberán someterse a pruebas para ir a trabajar, a menos que se hayan recuperado de la COVID-19.
“Si este duro cierre no es efectivo, será un fenómeno en todo el mundo”, ha manifestado Eduard Heger, primer ministro eslovaco
Las medidas de Eslovaquia están en consonancia con las advertencias de la agencia sanitaria de la Unión Europea, que pide a los estados miembros que actúen con urgencia para evitar la presión hospitalaria en diciembre y enero.
Asimismo, los Países Bajos anunciarán el viernes nuevas medidas contra la COVID-19.
El país acaba de notificar más de 23.700 nuevos casos, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia.
En las últimas 24 horas, el Instituto Robert Koch de Alemania contabilizó 351 nuevos decesos horas y registró 75 mil 961 nuevas infecciones, un nuevo récord diario para la primera economía de la zona euro que vive un rebrote sin precedentes.
En este país, el número total de fallecidos a causa del coronavirus asciende a 100.119, según el recuento oficial.
La incidencia en siete días alcanzó un pico máximo de 419,7 infecciones por cada 100.000 habitantes y las autoridades sanitarias temen por la saturación del sistema.
Al límite los hospitales alemanes
Los hospitales en ciertas regiones ya enfrentan “una sobrecarga aguda” que hace necesario el traslado de pacientes, advirtió el lunes Gernot Marx, presidente de la federación alemana de médicos de cuidados intensivos.
La situación será uno de los principales desafíos de la nueva coalición gubernamental anunciada en la víspera entre socialdemócratas, verdes y liberales, que echa a andar en diciembre.
“La situación es grave”, admitió el miércoles Olaf Scholz, el futuro canciller socialdemócrata de Alemania.
Varias regiones restablecieron duras restricciones para contener la cuarta ola del coronavirus, la más grave en el país, que presenta una tasa de vacunación del 69%, inferior a la de otros países europeos.
Scholz indicó que Alemania tenía que “estudiar” una eventual “extensión” de la obligación de vacunarse, actualmente en vigor en el ejército y en los establecimientos sanitarios y de cuidados.
Italia obliga a vacunarse a más trabajadores
Con el énfasis puesto en impulsar los programas de vacunación, Italia ha apretado las tuercas a las personas que no están dispuestas a inmunizarse.
El país mediterráneo está restringiendo el acceso a una serie de servicios y haciendo que las vacunas sean obligatorias para un grupo más amplio de trabajadores del sector público.
El primer ministro, Mario Draghi ha justificado las acciones de su Gobierno: “Estamos viendo una situación muy grave fuera de Italia en países que son nuestros vecinos, también estamos viendo que nuestra situación en Italia está empeorando lenta pero constantemente.”