Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
EE.UU.- Vuelve Elon Musk, y ahora lo hace abrazando la vieja escuela que defiende el presentismo en la empresa al exigir a sus empleados que estén atados a la mesa de la oficina un mínimo de 40 horas semanales.
A partir de ahí pueden hacer trabajo en casa, es decir, que lo plantea como horas extras, sin mencionar si piensa pagarlas.
Ha enviado una nueva carta, firmada con un cercano Elon, a sus empleados en la que les advierte que “cualquiera que desee trabajar de manera remota debe estar en la oficina un mínimo (y me refiero a ‘mínimo’) de 40 horas semanales o irse de Tesla. Esto es menos de lo que les pedimos a los trabajadores de la fábrica”.
Naturalmente, habrá excepciones. Estas tendrán que ser «estudiadas y aprobadas» directamente por el CEO.
Él cree que hacer fila para tomar un café es una afrenta a la productividad; ya puso cámaras para vigilar a sus empleados en PayPal, según expone Bloomberg.