Los del Verde van por todo y han dado ya el “saque inicial” con una iniciativa para reformar la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales del estado (LIPE).
Palabras más, palabras menos, los “verdes” pretende “recortar” tres meses los procesos electorales.
Actualmente, la ley dice que el proceso electoral debe comenzar en octubre del año anterior al de la elección y los del Verde proponen que inicien la primera semana de enero del año de la elección.
Los verdes alegan que “retrasar” el inicio del proceso electoral, significa ahorros presupuestales.
El Ieqroo se ahorraría 55.7 millones de pesos para el proceso electoral 2023-2024, argumentan.
“Es necesario hacer calendarios electorales más acordes a la realidad económica y social”, que permitan “obtener ahorros en las diferentes acciones electorales”., alegan.
Pero en realidad se trata de una maniobra en la que los verdes y sus aliados de Morena (que en Quintana Roo casi son lo mismo) obtienen más ventajas.
Y es que, la ventaja las tienen los que están en los gobiernos y entre más cortas sean las campañas, se le hace más complicado a la oposición reducir las diferencias.
Por ejemplo, desde el poder, varios diputados locales ya están en precampaña (por supuesto, de manera ilegal) para ser presidentes municipales,
Entre más desapercibida pase una campaña formal, es mejor para los que ya están en el poder y que hacen proselitismo anticipado desde cargos públicos.
La democracia de Quintana Roo se precarizó en el sexenio de Carlos Joaquín y ante ello urgen procesos electorales con campañas atractivas, abiertas y hasta intensas.
Una cosa es buscar ahorros en el Ieqroo, y otra, aprovechar la ventaja de hacer precampañas anticipadas desde cargos públicos.