Por: Fabián G. Herrera Manzanilla
Desde la fundación de la antigua Payo Obispo en 1898 hoy Ciudad Chetumal, se requirió de un espacio apropiado que resolviera las necesidades higiénicas y sanitarias de la misma como son los panteones o cementerios, los cuales, también otorgan alivio espiritual a los habitantes en estas fechas.
No existe registro de la fecha en que empezó a funcionar el panteón civil que estuvo ubicado en un lote que comprendía las actuales Avenidas de los Héroes y 5 de Mayo entre las arterias Chapultepec y Lázaro Cárdenas; zona que en aquel entonces era la parte más alejada y despoblada de la ciudad, siendo la Avenida Zaragoza la última arteria abierta.
En ese panteón, se registró un hecho histórico cuando fueron fusilados Juan Erales, el SubtenienteRosalino López, el CaboJusto Martínezy el soldadoUrbano Ubaldo, quienes refrendaron su lealtad al Presidente Álvaro Obregón, durante la rebelión “Delahuertista” en 1924.
Al ser reintegrado Quintana Roo como Territorio Federal en 1935 por iniciativa del Presidente, general Lázaro Cárdenas del Río, en Febrero del mismo año, el general Rafael E. Melgar fue designado como Gobernador; su administración se caracterizó por la realización de grandes acciones y obras públicas aún vigentes en la actualidad en la capital y en la geografía quintanarroense.
Durante la administración melgarista se proyectó un nuevo alineamiento de las calles y la ampliación de la zona urbana en forma ordenada, planeándose el crecimiento de la moderna Ciudad Chetumal, hacia el Norte de Este a Oeste.
Conforme al nuevo diseño urbano proyectado, fue necesario la reubicación del panteón con que contaba la ciudad, debido a que, en la parte colindante a renombrada Avenida de los Héroes, sería ocupada para la construcción de las primeras casas de mampostería destinadas a los obreros y/o trabajadores del gobierno territorial, de las cuales, una solamente queda como testimonio en la actualidad.
Así pues, se determinó trasladar dicho panteón a un lugar deshabitado al poniente de la ciudad, que ese entonces era utilizado para milpas y carboneras, destinándose un predio entre las arterias Chapultepec y Efraín Aguilar. Muchos restos empezaron a ser exhumados del ya no tan funcional panteón, para ser trasladados al nuevo camposanto; fue un proceso que culminó a mediados de los años cuarenta.
Se inauguró el 5 de Febrero de 1938, es decir, hace 85 años, dentro del marco de la conmemoración de la promulgación de la Constitución Política Mexicana, por el Subsecretario de Gobernación, Vicente Santos Guajardo en representación del Presidente de la República, general Lázaro Cárdenas del Río y el entonces Gobernador del Territorio, general Rafael E. Melgar.
Cuando el Huracán “Carmen” impactó a la capital el 2 de Septiembre de 1974, parte de la barda perimetral no soportó el vendaval. Sería hasta la segunda administración municipal a cargo de Hernán Pastrana Pastrana (1978-1981) que fue levantada de nueva cuenta y se habilitó el acceso principal por la Avenida Efraín Aguilar tal y como luce hoy en día.
Ahí descansan los restos de la mayoría de hombres y mujeres que forjaron el terruño y fueron actores de la transición histórica de esta población desde su génesis; también es la morada de aquellos cuyas acciones quedaron como lecciones cívicas para las actuales generaciones.
Cada año se realiza una ceremonia luctuosa en la fosa común de las víctimas del huracán “Janet”, que en la transición del 27 y 28 de Septiembre de 1955 azotara a la capital, dejando un escenario dantesco y desolador.
La necrópolis es mucho más que un espacio espiritual e higiénico para la ciudad y sus habitantes, también refleja la memoria viva de la capital y ha crecido casi a la par de la misma; en ese camposanto se expresan las diferentes costumbres de cómo recordamos a nuestros difuntos, por lo tanto, también es un sitio de gran valor histórico y cultural.
Siempre y cuando nos apartemos del concepto lúgubre y antepongamos todo lo relacionado con el rito de sepultar a nuestros familiares y amigos, en esa que es la última morada de todo ser humano en el mundo terrenal.
Cripta que data del año 1906 cuyos restos fueron exhumados del antiguo cementerio.
Panteón Civil que estuvo ubicado en el terreno comprendido entre las hoy Avenidas Héroes y 5 de Mayo y las calles Chapultepec y Lázaro Cárdenas.
En 1948, el Gobernador del Territorio, Margarito Ramírez Miranda, mando a construir un sepulcro a los héroes caídos durante la Rebelión “Delahuertista” en Quintana Roo, en 1924.
En 1978 fue habilitado el acceso principal por la Avenida Efraín Aguilar, ya que antes lo era por la arteria Chapultepec, es decir, atrás.