Por Julio César Solís
CANCÚN.- Intelligencia México SA de CV, vinculada al exalcalde sustituto, Carlos Canabal Ruiz, cobraría más de 142 millones de pesos anuales más IVA como contraprestación por el servicio de limpia en Cancún.
La cifra corresponde al documento firmado entre el Ayuntamiento local e Intelligencia México con fecha 10 de julio de 2017. El pago se realiza como parte del permiso por 20 años que tiene la empresa, que concluye el 1 de enero de 2038.
Esa cantidad es actualizada en enero de cada año en función del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Lo anterior pese a que incumpliría con algunas de las cláusulas del título-contrato de concesión, entre ellas el equipamiento a trabajadores.
Intelligencia “recolectaría” casi 12 mdp mensuales por la basura
Con base en el título-contrato de concesión, firmado en julio de 2017, se establece en 396.11 pesos la tarifa por tonelada recolectada más el Impuesto al Valor Agregado (IVA), como pago a Intelligencia México por la recolección de residuos sólidos urbanos en este polo turístico.
Diariamente, de acuerdo con fuentes al interior de Solución Integral de Residuos Sólidos (Siresol), Intelligencia México recoge 1,000 toneladas de desechos domésticos.
Es decir, sin contemplar el IVA, la compañía cobraría 396,110 pesos diarios, que se traducirían en 11 millones 883 mil 300 pesos mensuales y, a su vez, en 142 millones 599 mil 600 pesos anuales.
Con IVA la cantidad de dinero público que eroga el Ayuntamiento ascendería a 165 millones 415 mil 536 pesos cada año.
La cantidad sería diferente según la actualización con base en el INPC.
Intelligencia México operaría con un número insuficiente de camiones recolectores para cubrir las 87 rutas establecidas por Siresol.
El contrato le obliga a contar con 60 unidades en funcionamiento.
Trabajadores desprotegidos para realizar su labor
Aún en pandemia por COVID-19, los empleados de Intelligencia México SA de CV se mantienen laborando sin las herramientas necesarias, las cuales están especificadas en el título-contrato de concesión.
La cláusula Séptima obliga a la empresa a que los trabajadores cuenten con equipo de seguridad.
Entre las herramientas se encuentran: cinturones de carga o fajas de seguridad; guantes de carnaza; uniformes con cintas reflejantes; zapato industrial, y gafetes de identificación.
Contrato de concesión “a modo”
En el contrato de concesión que entró en vigor el 1 de enero de 2018, Intelligencia México SA de CV impuso sus condiciones y asumió atribuciones que competen exclusivamente al municipio, pues aunque el servicio sea concesionado, dicha empresa no es autoridad.
El Ayuntamiento otorgó a Intelligencia México SA de CV la recolección y transporte del 100% de los residuos sólidos generados en Cancún, sin distinguir entre residuos sólidos urbanos, de competencia municipal, y residuos sólidos de manejo especial, de competencia estatal.
Además, incluye cobro del servicio, donde la concesionaria recibe los recursos económicos generados por la prestación del mismo, pero en vez de generarle un marco normativo adecuado, simplemente transfiere el dinero que la Ley de Hacienda Municipal faculta al municipio a cobrar.
El documento faculta a Intelligencia México a emitir comprobantes a nombre del Ayuntamiento, con logotipos y datos fiscales de la comuna, en lugar de expedirlos a título de la concesionaria.
También, le da la capacidad de requerir el pago a los sujetos obligados y, por lo tanto, facultades de inspección y herramientas coercitivas para llevar a cabo el cobro
Intelligencia México no participó en la licitación
Y es que Intelligencia México SA de CV, obtuvo directamente el contrato de concesión, sin participar en la licitación de 2008 y sin que la Comuna haya desarrollado un estudio sobre la capacidad técnica y económica de la compañía.
Las bases de licitación, publicadas el 26 de agosto de 2008, precisaron que la concesión es única y exclusivamente para la recolección y transporte de residuos sólidos urbanos, es decir, de la basura diaria generada por domicilios y negocios menor a 10 toneladas por año.
El 1 de enero de 2018, durante la administración del munícipe emanado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Remberto Estrada Barba, comenzó la vigencia por 20 años del contrato de concesión de Intelligencia México SA de CV, que concluirá en 2038.
Empero, el permiso de Intelligencia México fue producto de la decisión para continuar con el procedimiento de licitación de lo que fue el concurso para la concesión integral de los residuos sólidos, que llevó a cabo el exalcalde, Gregorio Sánchez Martínez (2008-2010).
El 17 de septiembre de 2008, el Comité Técnico Dictaminador de la Licitación Pública Nacional (LPN) número MBJ-DGSPM-001/2008, declaró ganador a Recolección y Disposición de Desechos SA de CV.
Sin embargo, el 12 de abril de 2013 el Cabildo de Cancún, encabezado por el perredista Julián Ricalde Magaña, canceló dicha licitación, lo que conllevó a un juicio de nulidad por parte de la empresa Proactiva Medio Ambiente Setasa SA de CV, ante la Sala Constitucional y Administrativa del Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo (Tsjqroo), esto ante la creación de Siresol.
No obstante, el 23 de febrero de 2017, el Segundo Tribunal Colegiado de Vigésimo Séptimo Circuito de Quintana Roo, anuló dicha cancelación del Cabildo a través de la sentencia definitiva del juicio de amparo 476/2017, por lo que se retomó el procedimiento de licitación pública original, incluidas las bases.
El argumento fue que la creación de Siresol no era motivo suficiente para extinguir la necesidad de concesionar el servicio de limpia y disposición final de los residuos sólidos urbanos.
Esto, no fue impedimento para que Intelligencia México entrara al quite pese a no haber participado en la LPN MBJ-DGSPM-001-2008.
Según expertos consultados sobre el tema, ‘llama la atención’ que la comuna haya otorgado de manera directa la concesión a la compañía vinculada con el expresidente municipal sustituto, Carlos Canabal Ruiz, si ésta no fue licitante en su momento, ni fue objeto de un análisis de capacidad técnica y económica.
Sumado a ello, no existió una cesión de los derechos por parte de Setasa a Intelligencia México aprobada por el Ayuntamiento, pues las bases de la licitación establecían la posibilidad de que el concesionario cediera los derechos con el aval de la comuna, pero no podía ceder su posición dentro del procedimiento de licitación.
Y mucho menos sin que el Comité Dictaminador de la LPN, creado ex profeso para conocer de esa concesión, evaluara la capacidad técnica y económica de una compañía creada deliberadamente que no contaba ni con el capital contable requerido ni con la experiencia d e cuando menos tres contratos anteriores que imponían las propias bases de licitación.