Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
BOGOTÁ.- En Colombia, no solo Bogotá verá suspendida la temporada taurina, pues una propuesta nacional pretende prohibir esta actividad. ¿Lo que empezó para evitar la expansión de la pandemia puede ser el fin de la corrida?
Mientras en España el sector taurino reclama ayudas para sobrevivir a la pandemia del coronavirus, en América Latina el debate de las corridas de toros como un espectáculo cultural sigue provocando polémica. “Las corridas de toros han sido controversiales desde sus inicios y hoy en día se resisten a desaparecer en tan solo un puñado de países donde la mayoría de sus ciudadanos no las apoyan”, dijo a DW Alicia Aguayo, directora de PETA Latino.
Por este motivo, los animalistas están de celebración en Colombia, tras el anuncio, a principios de este mes, de la cancelación de la próxima temporada taurina en Bogotá. “Para el 2021 no se dio licitación de la plaza cultural Santamaría, por decreto nacional expedido por el presidente Iván Duque. Con el objetivo de prevenir y controlar la propagación de COVID-19 en el territorio nacional, se adoptan medidas tales como prohibir los eventos de carácter público o privado que impliquen la concurrencia de más de 50 personas”, explicó a DW Cáterin Hernández, directora de AnimaNaturalis Internacional en Colombia.
A esta decisión debida a la crisis sanitaria mundial, se une otra razón: el Acuerdo 767 de 2020, “que prohíbe herir y matar toros y novillos en estos eventos, reduce las fechas anuales de ocho a tres y les carga más impuesto a los crueles espectáculos, entre otras medidas de desincentivo”, explicó a DW Andrea Padilla, concejal animalista de Bogotá.
“Aunque se han hecho muchas peticiones por parte del sector taurino, la medida es clara y de estricto cumplimiento”, recalcó Hernández, recordando que se trata de un decreto nacional. Igualmente, el acuerdo promovido por Padilla cuenta con una fuerte oposición de los aficionados. “Hasta el momento, se han interpuesto al menos tres acciones judiciales para tratar de tumbar el Acuerdo 767 de 2020, pero sus pretensiones no han prosperado a la fecha”, recalcó Padilla que, aunque reconoce que dicho acuerdo “no prohíbe las corridas de toros, sí las limita en varios aspectos”. Destaca que, “con estas condiciones, es mucho menos probable que los organizadores de eventos taurinos realicen corridas de toros y novilladas en Bogotá”.
Esfuerzos locales y nacionales
“Bogotá ya está haciendo su parte y ha dicho que no habrá corridas el próximo año tras haber impuesto, hace unos meses, medidas y requisitos legales que hacen difícil su realización”, dijo Aguayo.
El alcalde Gustavo Petro suspendió las actividades taurinas en 2012. No obstante, “la llegada de Enrique Peñalosa a la alcaldía, le dio nuevas libertades y beneficios al sector taurino”, lamentó la directora de AnimaNaturalis Internacional en Colombia.
Sin embargo, la capital colombiana no es la única que ha dado este paso. “La misma iniciativa ya fue replicada en la Asamblea Departamental de Antioquia y esperamos que siga presentándose en el resto del país”, dijo Padilla. “La medida ya está siendo adoptada en otras ciudades, incluso en Cali, ya la alcaldía ha comunicado que la temporada taurina que se realiza en el mes de diciembre no se llevará a cabo este 2020 y se revisará si es conveniente realizarla en el 2021”, agregó Hernández, quien abogó por una ley que prohíba las actividades taurinas.
“El camino ideal sería que el Congreso prohibiera de forma definitiva estas prácticas, pero la Corte Constitucional ha insistido en que el Congreso legisle sobre este tema desde hace más de 10 años”, explicó Padilla. “Por eso es importante avanzar localmente, haciendo valer la autonomía territorial”, agregó, recordando que “tanto la Corte Constitucional, como el Consejo de Estado han dicho que los concejos municipales y distritales pueden regular este tipo de prácticas para morigerar o eliminar el maltrato animal”.
No obstante, Colombia ha dado un paso adelante en ese proceso con la aprobación este lunes (07.12), en primer debate en Comisión Primera de Cámara de Representantes, del Proyecto de Ley 410 del 2020 “por el cual se eliminan las prácticas taurinas en el territorio nacional y se dictan otras disposiciones”.
“Por ahora, el principal reto es la plenaria de la Cámara, que tiende a asumir posturas mucho más conservadoras que la Comisión Primera”, dijo a DW José Daniel López, representante de la Cámara de Colombia. “Necesitamos aprobar el proyecto en tres debates más, pero el margen tan amplio con el que se aprobó y el origen multipartidista de la votación obtenida nos permite ser optimistas”, subrayó el que también es uno de los promotores de la iniciativa.
¿Efecto dominó?
Así pues, la experiencia colombiana puede convertirse en ejemplo a seguir para otros países de la región dónde se practican las corridas de toros como México, Perú, Ecuador y Venezuela, según datos de PETA Latino. “Si Colombia logra prohibir la tauromaquia, será histórico, pues nuestro país tiene grandes arraigos de cultura violenta desde ese tipo de actividades”, consideró Hernández, apuntando al papel clave de la ciudadanía. “Si la gente no asiste a eventos taurinos, es más fácil ejercer presión política para prohibirlos”, aseguró.
Para Padilla, “la experiencia de Colombia muestra que es un esfuerzo de largo aliento y lleno de obstáculos, pero que existen muchos caminos para lograr el fin de estas prácticas”. Y da algunos ejemplos de ello: “En México, no hace ni un año que Quintana Roo se convirtió en el cuarto estado en prohibirlas y en España el 84% de los jóvenes no las apoyan”, dijo Aguayo.
Estas y otras experiencias animan al representante de la Cámara a seguir con el proceso que a más tardar “por término legal, debe terminarse en junio de 2022”. No obstante, “la idea es lograrlo lo antes posible”, confió.
El paseíllo
Antes de comenzar la corrida, se celebra una ceremonia de entrada para el torero y su cuadrilla, formada por tres banderilleros y dos picadores. Ahí el torero exhibe su atuendo para el deleite de los participantes, así como también saluda a los dignitarios que presiden el evento.