El último gobernador que tuvo “carro completo” en elecciones locales fue Roberto Borge en 2013.
En aquellas elecciones intermedias, el PRI, en ese entonces en alianza con el PVEM (y Panal), se llevó los entonces 10 ayuntamientos y 14 de 15 de los distritos legislativos locales, (aunque la derrota en el décimo, de Cozumel, fue a propósito pues le sirvió a tricolores y verdes para meter más diputados plurinominales).
Este triunfo arrasador de “Beto” Borge, no dignificó para nada al entonces gobernador priista, hoy preso por corrupción.
Dos años después, en las elecciones federales intermedias de 2015, Borge y su alianza PRI-PVEM confirmaron su dominio, al ganar los entonces tres distritos legislativos de la entidad, e incluso, el candidato al 01 Distrito (con cabecera) en Playa del Carmen, José Luis “Chanito” Toledo” fue el más votado en los 300 distritos del país.
Excesos
Los triunfos electorales de “Beto” Borge con PRI y PVEM no era un efecto de que los quintanarroenses avalaran su funesta gestión. Para nada el cozumeleño recurrió a viejas prácticas para garantizar sus carros completos.
Pero, “Beto” Borge no sólo se valió de prácticas como la compra del voto o el desvío de programas sociales, sino también recurrió a perseguir a sus opositores, lo cual incluyó la nauseabunda guerra sucia, a través de los medios a sueldo del Gobierno del estado.
Y ocurrió lo lógico. Borge no pudo sostener su hegemonía, que era partir de la corrupción y la persecución.
Se esfuma el “carro completo”
Sólo unos años después, en 2016, el PRI perdió la gubernatura, ante una alianza del PAN y PRD y a partir de 2018, paulatinamente, ha sido borrado del mapa electoral quintanarroense por el morenismo para quedar reducido en 2022 a apenas una diputación local y unas cuantas regidurías.
Hay quien dice que el cuatoteísmo caribeño insiste en el carro completo para 2024, en los 11 ayuntamientos, el Congreso del estado, las dos senadurías de mayoría y los cuatro distritos legislativos federales.
La realidad es que mucho, la 4T se va pareciendo cada vez más al viejo PRI, lo cual tampoco está tan lejano.
Pero, la 4T también debe de aprender de los errores y de los excesos del viejo PRI.