En su arranque, la XVIII Legislatura ha dejado muy en claro quién o quiénes son las fuerzas dominantes en la segunda etapa de la 4T en Quintana Roo.
Si bien los partidos de la 4T, es decir, Morena, PVEM y PT, tienen el 84 por ciento de las curules del Congreso del Estado, en realidad, el Poder Legislativo es controlado solo por dos partidos.
Como se sabe, en la labor legislativa se requieren básicamente dos tipos de mayorías: la absoluta, que es del 50 por ciento más uno, y la calificada, que es del 66 por ciento.
La mayoría absoluta es necesaria para la aprobación de leyes secundarias y cuentas públicas.
En tanto, la mayoría calificada es para reformas a la Constitución y nombramientos en organismos autónomos, como la FGE y la Aseqroo.
13 + 4
Morena tiene 13 diputados, con lo que alcanza la mayoría absoluta, pero no es suficiente para reformar la Constitución del estado. Morena necesita otros cuatro votos para lograr la mayoría calificada.
Por su parte, el Verde tiene 5 diputados, uno más de los que Morena necesita para alcanzar esa mayoría calificada.
De esta manera, Morena y PVEM controlan el 72 por ciento del Congreso, lo que les permite operar sin necesidad de alianzas adicionales para cualquier tipo de reforma o nombramiento.
El Bipartito ha llegado a la cima y no requiere de ninguna otra fuerza política, dicho sea de paso, esto explica por qué el PT fue excluido de la Jugocopo y de los cargos clave en la Mesa Directiva.
Alternativas
Aun así, Morena podría encontrar alternativas a su alianza con el Verde, utilizando los tres votos del PT y el del priista Filiberto Martínez, quien “se estrenó” votando junto a los morenistas, verdes y petistas el paquete transexenal en el “sabadazo legislativo”.
Sin embargo, la alianza Morena-Verde goza de cabal salud. En la XVIII Legislatura esta alianza bipartidista se consolida como la fuerza dominante en Quintana Roo.
El siguiente episodio serán los términos de la sucesión.