• La chicanada legislativa 4T de Quintana Roo no soporta al aliado que puede ser un “testigo incómodo” en el manejo de recursos legislativos; la reforma puede ser impugnada por retroactiva.
Por: Jorge A. Martínez Lugo
Es extraño -pero no inexplicable- el comportamiento del grupo verde-moreno en el poder, al pretender excluir a la mala a un aliado que posiblemente ya hubiera perdido el registro si jugara solo en las elecciones y no en coalición.
El PT es un partido cuyos representantes en Quintana Roo no son petistas desde que juegan en alianza en Quintana Roo. El grupo en el poder verde-moreno usa al PT para “cumplir” cuotas con aliados (como es el caso de los taxistas con Rubén Carrillo y los cañeros con Diana Friné Gutiérrez García.
SOBRE REPRESENTACIÓN DE 84%
El caso de Hugo Alday, tampoco es un perfil petista; es más verde o moreno pero de petista no tiene nada. Al no tener cabida en el reparto central, mandan a los tres como candidatos del PT para que no cuenten en la sobre representación de 84% que tendrá la 4T en la próxima XVIII Legislatura.
Es contradictorio que el grupo en el poder use una franquicia como la del PT, pero a la hora del reparto en la Jugocopo, lo dejan fuera. Lo que se percibe es que no quieren testigos en la administración de más de 800 millones de pesos cada año; en este “trabajo” el PT les estorba.
Claro, que los votos con los que ganaron los dos legisladores y la legisladora petista, son en 97% de Morena y el Verde, mientras que apenas alcanzan el 3% de votos vía PT.
La simulación en las elecciones no la quieren trasladar a la Jugocopo, donde pretenden hacer valer que el PT solo les “renta el vientre”; que en realidad los votos son verde-morenos.
INCONFORMIDAD TRANSPORTISTA
Entonces, ¿qué pasará con la alianza con los taxistas, en este caso? La inconformidad del movimiento de transportistas por aumento de tarifas, ¿tiene relación con la lucha por la Jugocopo?
El grupo en el poder verde-moreno no estaría respetando los acuerdos con el PT, en contradicción con los lineamientos de la política nacional morenista.
BRECHA 4T NACIONAL Y LOCAL
El caso del PT es uno más que evidencia la brecha que hay entre la 4T nacional y la local. En este espacio ya hemos abordado que la 4T en Quintana Roo es “sui géneros” por decirlo de una forma suave. Hay quienes plantean que de plano la 4T en Quintana Roo es una contradicción, no responde a los lineamientos, con respecto a las políticas nacionales, lo cual no está alejado de la realidad.
¿REFORMA RETROACTIVA?
Además, la reforma podría ser impugnada, si es que los dejan, ya que ninguna reforma o nueva ley puede tener efectos retroactivos; sus efectos tendrían que proceder hasta la próxima elección, ya que la anterior se jugó con tras reglas, que ahora quieren cambiar cuando el partido ya está en el según do tiempo.
Esto tiene que ver con lo que la sociedad percibe como una 4T “kiwi” en Quintana Roo. Es decir un grupo en el poder que se pone la camisa guinda en tiempos electorales, pero que saca el cobre en tiempos de gobierno y administración de recursos.
Esto se traduce en que La 4T de Quintana Roo no soporta al aliado que puede ser un testigo “incómodo” en el manejo de los recursos legislativos, esa caja chica que no es tan chica.