Alejandro Peza/NOTICARIBE PENINSULAR
CHETUMAL.- Los ejidatarios de la comunidad de Morocoy donde se ubican las zonas arqueológicas de Dzibanché y Kinichná, al sur del estado de Quintana Roo, han tomado el acceso y la administración de estas ruinas.
La comisariada ejidal, Sonia Méndez Lile, precisó que los ejidatarios continuarán cobrando el acceso a estas zonas arqueológicas hasta tener un acuerdo con el gobierno federal y el gobierno del estado, sobre la indemnización por las más de 300 hectáreas en donde se sitúan estas ruinas.
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Sonia Méndez explicó que se ha permitido el avance de los trabajos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para la recuperación de algunas áreas de los vestigios arqueológicos de Kinichná y Dzibanché, pero aseguró que los ejidatarios de Morocoy, mantendrán el control de los accesos y continuarán cobrando a los visitantes de esas zonas turísticas, hasta lograr un acuerdo de indemnización y participación en el uso y explotación de las mismas.
La presidenta del comisariado comentó que si bien ya tuvieron una primera reunión con representantes de las delegaciones federales de Fonatur, Sedatu y el INAH, así como con la secretaria de gobierno Cristina Torres Gómez, aún continúan esperando fecha para una segunda reunión y la respuesta a su petición.
También quieren beneficios del turismo que llega a las zonas arqueológicas
Entre sus peticiones, además de un pago económico por sus más de 300 hectáreas, en donde se ubican las ruinas históricas, que deben ser expropiadas al ejido, se pretende formar parte de los grupos participantes en la administración de las mismas, con la intención de prestar algún servicio en los paraderos turísticos y obtengan también los beneficios del turismo que llegará.
Además mantienen su exigencia en cuanto a reparar el camino de acceso a su comunidad, dañado desde hace más de 10 años, y que los trabajos de recuperación de la zona se extiendan también hacia la habitada por los ejidatarios y no se limite solo hacia los vestigios arqueológicos, los cuales tienen una expectativa turística, una vez que comience a funcionar el Tren Maya.