Por: Jorge A. Martínez Lugo
• FUE EL TRÁNSITO HACIA UNA RENOVACIÓN PROFUNDA: MORENA.
• EL REGRESO A LOS VIEJOS RITOS DEL PRI
La transición tersa del gobierno del “cambio” al de la 4T en Quintana Roo, pone en riesgo de convertir en mito, la esperada transformación del modelo económico del turismo, que junto con la corrupción, es la base de la degradación del sistema político y económico en el estado.
El esquema de los discursos de las fracciones parlamentarias en el último informe de Carlos Joaquín, fue unánime: reconocer al gobierno saliente y prometer cumplir lo que el anterior falló: sorpresivo regreso al rito sexenal del viejo régimen del PRI.
Tamaña responsabilidad de la próxima gobernadora, Mara Lezama Espinosa, quien tendrá un reto descomunal. Por un lado, estará acotada por a) intereses políticos dentro de la misma coalición que pretenderán seguir con el saqueo de siempre, b) por un gobernador que hizo un mal gobierno, pero el presidente dice que lo hizo bien, c) por la escasez de recursos para impulsar proyectos transformadores y, d) por una sociedad engañada, con expectativas de resultados inmediatos.
Por otro lado, cuenta con el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde ya, está derramando una inédita inversión en el estado con magnas obras, pero que solo servirá para ganar tiempo. Otra condición favorable, es que tendrá control y gobernabilidad en el Poder Legislativo y toda la cancha en el Poder Judicial.
Los quintanarroenses quieren una verdadera gobernadora empoderada. Como dijo el diputado morenista Ricardo Velasco: ¡No podemos Fallar!
Es interesante cómo aprovecharon los nuevos legisladores sus cinco minutos de fama, su primera intervención en tribuna, al expresar el posicionamiento de sus grupos parlamentarios. Va, en orden de intervención:
MARITZA BASURTO BASURTO, MOVIMIENTO CIUDADANO
El tono suave de su voz contrastó con la fuerza de sus palabras, al ser la primera oradora en posicionar a su partido naranja, y soltar las promesas incumplidas del gobierno del cambio, como “Médico en tu casa” que no se activó ni durante la pandemia; falta de apoyo a emprendedores; no atención a la agenda de mujeres ni a familias de personas desaparecidas.
Destacó la falta de contrapeso en las dos legislaturas pasadas, sin dientes y sin trabajar para las mayorías, sino para los poderes económicos y políticos.
Al principio reconoció que la deuda no creció, “pero tampoco hubo desarrollo en todo el estado, mucho menos en el sur y Chetumal”.
CINTHYA MILLÁN ESTRELLA, PAN
Llamó la atención su fuerte crítica al gobierno de su propio partido. Una evidencia más del rompimiento de Carlos Joaquín con el panismo, lo mismo que la ausencia de ningún representante de la dirigencia nacional panista. El rompimiento con el PRD ya ni hablar, porque fue desde mucho antes. También traicionó a quienes lo llevaron al poder.
Le recordó al mandatario que hace seis años se unieron para rescatar a Quintana Roo, sin embargo, la pobreza creció 17% y 47% de la población vive en la pobreza; además, una de cada cuatro personas no tiene acceso a servicios de salud. “A Chetumal se le ha quedado a deber” dijo, al señalar que las obras del bulevar tienen vicios ocultos y destacar que Quintana Roo es último lugar nacional en desarrollo sustentable por el desastre ambiental.
CANDELARIA AYUSO ACHACH, PRI
La más joaquinista de todas las intervenciones vino del PRI. Candy también fue la gran beneficiada del sexenio, a cambio de entregar en bandeja de plata lo que quedaba del priismo. Hace seis años traicionó a su partido y ahora lo hará otra vez, con su discurso que busca acomodo en la 4T; seguro será bienvenida.
Un discurso muy tradicional, que dejó ver su ADN priista, hablar mucho sin tomar posicionamiento; generalidades discursivas, que no llevaban sentido, más que seguir nadando de a muertito.
Ejemplo: “Hace seis años, ante esta máxima tribuna, Carlos Joaquín juró abatir la corrupción”. Hasta ahí. La pura premisa, sin cerrar el mensaje. Así se la llevó en sus cinco minutos de fama.
Lo más que dijo, fue coincidir con los demás oradores: “en ningún municipio la gente se siente segura” y remató con una frase para la historia: “La democracia nos pertenece a todos”.
JULIÁN RICALDE MAGAÑA, FXM
Aunque ya pertenece a la bancada verde, Julián Ricalde habló en nombre de Fuerza por México.
Reiteró su afán de venderse como “oposición”, lo cual le encanta, aunque siempre ha sido gobierno. Reconoció que hace seis años fue parte de un proyecto que “apostó por un cambio”.
Enseguida justificó que “la destrucción y la deuda no se iba a resolver ni en seis ni en doce años, quizá”; esta es nuestra realidad, remató: “pretender que la gobernadora que viene va a resolver todos los problemas, es imposible”. El parche, antes que salga el grano.
Reconoció que “tenemos un problema grave de inseguridad, pero la Fiscalía es un órgano autónomo”, justifico a Carlos Joaquín: “habría que preguntar a las legislaturas anteriores si supervisaron las estrategias”.
“Y ahora que estamos todos juntos (¿?) -dijo quizá inconscientemente- tenemos que apoyar a ‘mi amiga’ gobernadora electa Mara Lezama”.
Momentos después: “Señor gobernador, lo felicito por todo lo bueno que hizo; creo que hizo usted un buen gobierno, se lo digo sinceramente” dijo el diputado que dice ser “siempre de oposición”. A ver cómo le va en su aventura con Jorge Emilio.
HUGO ALDAY NIETO, PT
Un discurso cargado de citas literarias, demasiadas. Quiso sembrar su perfil “académico” como dijo al principio. Sin embargo, fue una pieza que tuvo estructura y datos.
Quintana Roo es el país más endeudado, cuando genera tres mil 500 millones de dólares anuales, con trabajadores que (apenas) ganan 47 pesos la hora. Primer lugar en violencia contra las mujeres, malos servicios de luz, agua, calles, drenajes y más de 400 mil habitantes sin servicios.
Quintana Roo es un estado “macondiano”, dijo Alday, pero “a partir del 25 de septiembre dejaremos de ser Macondo”. ¡sopas!
Señaló que el estado ha vivido “cien años de soledad”, agobiado por familias oligárquicas, a las que calificó como “monstruos que habitan nuestra casa”, aunque en ningún momento mencionó por sus nombres los apellidos Joaquín, a quien tenía enfrente, ni Borge, mucho menos Hendricks. ¿O se refería a Barceló, Riu, Pueyo, Escarrer-Meliá, Riu, Catalán, Avalón, Fluxá Roselló, Matutes…?; ¿Quiénes son los monstruos que saquean al estado?
“Tenemos que migrar de un Quintana Roo de oligarquías familiares, a un estado justo y democrático”, sostuvo: “debemos acabar con los ‘tatiches’ políticos” remató.
Desde este espacio le decimos a Alday: Si la crítica no está bien enfocada o no es integral, “las estirpes” (españolas) seguirán saqueando nuestra tierra, parafraseando sus propias palabras.
ESTEFANÍA MERCADO ASENCIO, PVEM
El partido de Jorge Emilio mandó a tribuna a una diputada neo-verde, de la cantera del joaquinismo, quien fue la única que habló de transformar el modelo económico, aunque de manera muy general, casi de cliché: “debe existir una transformación del modelo económico” para enseguida desviar la atención: “duplicar esfuerzos para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas”, como si así se fuera a transformar el modelo económico del turismo.
Al parecer, en la XVII Legislatura el modelo turístico seguirá siendo un mito. No le van a entrar a este tema.
Sobre la deuda, el mismo tono superficial de Estefanía: “trabajar fuertemente en la deuda pública generada en las administraciones pasadas y desde el Congreso sentar precedente para que esto no vuelva a ocurrir”. ¡Guau!
Remató con otra frase para la historia: “Seamos el estado que marque tendencia hacia una nueva calidad de vida, genuina y sostenible”. (¡!)
RICARDO VELASCO RODRÍGUEZ, MORENA.
La transformación ¡es en serio! afirmó el representante de Morena, quien jugará un papel importante en la nueva legislatura, por su experiencia, cercanía con Mara Lezama, fundador de Morena e identificado en la izquierda progresista.
En el marco de la tersa transición, sostuvo que el gobierno llamado del cambio fue “apenas el tránsito hacia una deseada renovación más profunda; el paso hacia un cambio verdadero”.
“Toca ahora convertir el éxito económico en éxito social; en eso consiste la sustancia verdadera de la transformación; omitirlo será mera simulación y será visto como más de lo mismo”, señaló.
Fue el único que puso cifra a la deuda: 23 mil millones de pesos. Ni el gobernador ahí presente lo dijo en su informe.
Modificar el enfoque y prioridades, asentó, para volver advertir: “si la transformación (…) no logra dar el salto y sentar las bases para revertir la desigualdad social, habremos fracasado como proyecto histórico”. Así o más claro.
• ¿Lo entenderán los codiciosos niños verdes?
• ¿Escuchará Jorge Emilio, o seguirá haciendo sus negocios privados desde el gobierno, ahora que pretende gobernar detrás del trono?
Usted tiene la última palabra.