Lo que ocurre en Puerto Morelos, con los verdes se pone cada vez más interesante.
Y es que mientras Blanca Merari ha hecho todo lo posible por emanciparse y hasta del Partido Verde Ecologista, el regidor Carlo Fonseca ha activado todos sus contactos con la dirigencia de ese partido para buscar la nominación a la presidencia municipal de Puerto Morelos.
Vamos por partes:
Blanca Merari ha venido soltando todos los amarres que le permitieron acceder fortuitamente al poder tras el lamentable fallecimiento de Ignacio Sánchez Cordero: hizo a un lado a los amigos y amigas de su finado esposo, con lo cual, ese discurso político amparado en su memoria es incongruente.
Además, se ha distanciado de Leona Vicario, cuyos vecinos la ven, ahora, como extraña, tras haber sido el orgullo de esta localidad.
Digamos que el distanciamiento con Laura Fernández Piña era necesario para allegarse a los grupos políticos del entorno con la diputada federal. Pero la presencia de Manuel González Tamanaja, ex tesorero de la exalcaldesa y hoy diputada federal y enemigo político del finado Ignacio Sánchez Cordero, evidencian otra incongruencia.
Otro punto es que ya no oye ni menos escucha a los regidores aliados. En pasillos de Puerto Morelos, abundan las quejas por los maltratos y forma despectiva con que los trata Abraham Masegosa Raña, compadre y secretario particular de Blanca Merari, a quien los canaliza para tratar asuntos de la administración pública municipal.
Ello es así porque Blanca Merari casi no despacha en sus oficinas municipales. Sólo va cuando hay sesiones del Cabildo municipal.
Con todo ello, nada es seguro para Blanca Merari Tziu Muñoz, que ha dado muestras de un gobierno opaco y corrupto, así como la presencia de personajes de oscuro pasado político como Fabián Vallado.
Todas esas grietas están siendo aprovechadas hábilmente por el regidor Carlo Fonseca, quien se apresta para ser la carta del verde para la candidatura a la presidencia municipal de Puerto Morelos, donde la moneda sigue en el aire, pero sin las iniciales BM.