Para justificar una injustificable “victoria” de Yensunni Martínez, el cuatroteísmo caribeño ha puesto sobre la mesa un alegato tan pueril como peligroso.
Además, en la operación “salven a Yensunni”, la propia 4T termina contradiciendo y deshaciendo su propaganda, su falsa propaganda de ser un movimiento humanista.
En Othón P. Blanco, el cuatroteísmo caribeño está levantando un discurso de odio, clasista y hasta segregacionista.
Los estrategas del oficialismo están construyendo el relato de que Yensunni ganará “gracias” a los votos de la ribera del río Hondo.
Es decir, que el mensaje del relato de la 4T es que, si bien los chetumaleños votaron por Lidia Rojas de MC, la gente de la zona rural optó por Yensunni y los habitantes de la antigua Payo Obispo ya solo les queda de dos sopas.
Pero este relato se ha construido de las 28 casillas que faltan por votar son de muuuy leeejos, y por ser de la zona rural, son para la morenista. Falso.
Las casillas que faltan por contar en las que por “error” los presidentes de las mesas directivas introdujeron dentro de los paquetes las actas del PREP. Se podrá saber el resultado de estas casillas, hasta que se abran los paquetes de estas 28 casillas en el Concejo Municipal.
Pero, además, estos paquetes pueden ser de cualquier lugar del municipio, desde Xcalak hasta Dos Agudas y desde el centro de Chetumal hasta La Unión. Se equivocan en el staff cuatroteísta.
Yensunni no ganaría gracias a los pobladores de la Ribera. Aún faltan por contar 28 paquetes, 15 de Chetumal y recontar todas las actas de todas las casillas instaladas en el municipio.
Por lo pronto, la moneda aún está en el aire y lo de la ribera del río Hondo es otro mito de Yensunni, solo que ahora con consecuencias que pueden ser peligrosas, muy peligrosas.