Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
MÉRIDA.- Después del mal precedente que dejó el grupo de influencers contratado por la Secretaría de Fomento al Turismo (Sefotur) para promocionar los atractivos de la ciudad, legisladores pidieron a la Auditoría Superior del Estado (ASEY) auscultar las cuentas de la dependencia.
Además, desde la tribuna legislativa lanzaron un llamado al gobierno del estado a hacer lo propio.
El pasado domingo 27, el Sindicato Nacional Democrático de los Trabajadores de la Secretaría de Cultura (SNDTC), sección Yucatán, dio a conocer que, debido a su mal comportamiento, un grupo de influencers traídos para promocionar a Yucatán fue expulsado de la zona arqueológica de Uxmal.
El gremio se quejó de la actitud irrespetuosa e irresponsable de esos jóvenes, quienes además de ignorar los llamados a cumplir las nuevas normas sanitarias, amenazaron al personal de custodia del sitio arqueológico.
Ante los señalamientos de los custodios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) adscritos al SNDCT, la titular de la Sefotur, Michelle Fridman, negó que los muchachos hubieran sido expulsados de Uxmal, y aseguró que la dependencia sólo costeó sus pasajes, porque los gastos de su estancia fueron cubiertos por patrocinadores.
Días después el grupo fue motivo de nuevas críticas, ahora por haber violado la prohibición de trepar a una estructura de la entrada del convento de Izamal para posar en sus fotos promocionales, lo que justificaron con el argumento de que creyeron estar en una exhacienda.
Durante la sesión de hoy, el diputado priista Warnel May Escobar pidió a la ASEY investigar si el Ejecutivo estatal, a través de la Sefotur, erogó recursos para la visita de influencers a diferentes lugares de Yucatán, con el fin de dar seguimiento al tema “que ha polarizado y enojado a la sociedad yucateca”.
Sostuvo que esos jóvenes llegaron a divertirse a Yucatán a costa de desprestigiar su cultura, “pero no es su culpa, la culpa es de la propia secretaria, que ni ella sabe qué significa Izamal; cuando menos les debió pasar un borrador o una nota a los influencers para explicarles de qué se trata”.
Añadió: “Hay que decirlo, la estrategia de la Secretaría ha dejado mucho que desear; es más visible la polémica y el escándalo que los resultados concretos, como fue el caso de la reciente visita de los influencers, que en vez de ser una promoción turística se convirtió en otro episodio discutible y viral de los que han caracterizado a esta gestión”.
Asimismo, presentó una iniciativa para modificar la Ley para el Fomento y Desarrollo del Turismo del estado, a fin de crear el Consejo de Promoción Turística de Yucatán, ente descentralizado que tendría por objeto promover, impulsar y ejecutar programas de promoción de los destinos turísticos del estado y reemplazar los fideicomisos sectoriales.
En el mismo sentido se pronunció el diputado perredista Alejandro Cuevas Mena, quien instó a la ASEY a que, de acuerdo con sus atribuciones, revise y audite de manera particular a la Sefotur.
“No es solamente este caso donde se gastan millones de pesos y luego dicen que fue gratis; tenemos aún denuncias de ciudadanos que compraron su boleto para el Festival de la Trova y no se les devuelve el dinero”, apuntó.
El Festival de la Trova debió celebrarse el año pasado, pero fue pospuesto “hasta nuevo aviso” al revelarse que la empresa que contrató la funcionaria para la venta de boletos estaba involucrada en caso de corrupción en Morelos.
El legislador también solicitó al gobierno del estado revisar cuidadosamente su política de difusión y promoción, “para conocer qué queremos promover y qué mensaje queremos mandar hacia afuera”.
La publirrelacionista Michelle Friedman, a quien peyorativamente se le señala como la “vicegobernadora”, es la funcionaria más cuestionada de la actual administración estatal, por la opacidad con que ha conducido la dependencia y por el derroche de recursos que se le atribuye.
Con información de Proceso