Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- Tras once horas de discusión, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen de reforma a la Constitución en materia del Poder Judicial de la Federación, que será enviado a la Mesa Directiva para que –según anticipó Morena- podría discutirse el mismo 1º de septiembre, cuando arranca la nueva legislatura.
Como planteó hace unos días el presidente Andrés Manuel López Obrador, se incluyó una figura similar a la de “jueces sin rostro” para preservar la identidad y garantizar la identidad de juzgadores que resuelvan casos de alto impacto.
La enmienda constitucional prevé un proceso extraordinario en 2025 para elegir por voto popular a ministros, magistrados y jueces, mecanismo que “desmantelará la aristocracia judicial”, según expresó Morena durante el largo debate, ríspido por momentos.
Poco después de las 23:30, el dictamen fue avalado con 22 votos de Morena y sus aliados, mientras 18 legisladores de la oposición votaron en contra.
Con los cambios, se prevé la remoción de los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en funciones, para en su lugar elegir solo a nueve.
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También, la sustitución y elección de 15 magistrados de salas regionales; la votación de 448 magistrados de distrito, de 378 jueces de distrito, de dos vacantes en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y cinco magistrados del nuevo tribunal de disciplina que fungirá en lugar del Consejo de la Judicatura Federal, que desaparece.
Morena presentó y avaló, junto con sus aliados, la adenda planteada por el Ejecutivo, y con la cual se definió que “tratándose de delincuencia organizada, el órgano de administración judicial podrá disponer las medidas necesarias para preservar la seguridad y resguardar la identidad de las personas juzgadoras, conforme al procedimiento que establezca la ley”
Con la reforma se acota además que los juicios de amparo que resuelvan la inconstitucionalidad de normas generales, no tendrán efectos de carácter general, como ocurrió con la controversia contra la reforma en materia eléctrica y que benefició a todas las empresas del sector, aun cuando el recurso fue presentado por solo dos.
La discusión se alargó debido a que, tras la aprobación en lo general del dictamen, las bancadas presentaron un total de 330 reservas, de las cuales un tercio correspondió solo al PRI.
El vice coordinador de Morena, Leonel Godoy, defendió que, en el pasado, los ex presidentes surgidos del PRI y del PAN acumularon cientos de cambios a la Constitución “y luego hablan que nosotros queremos reformarla porque así lo pide el presidente” López Obrador.
Una y otra vez, la oposición reprochó que los cambios representan “una venganza” contra el Poder Judicial, e incluso la diputada Susana Prieto, que dejó de militar en Morena tras el rechazo a aprobar la reforma para reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, cuestionó el alcance de la reforma.
Desde la tribuna del Salón Verde de la cámara, expresó: “Esto es un atropello, un acto inconstitucional. Están violando la independencia del Poder Judicial, que es lo más rescatable que tenemos en materia de justicia en el país”.
El panista Jorge Triana expresó que en el PAN “no queremos ministros militantes, de mitin, de consigna política” y el priísta Rubén Moreira cerró: “con esta reforma van a tirar el agua de la bañera con todo y niño”.
Con información de La Jornada