El poder de la gobernadora Mara Lezama, con Morena y sus aliados, es inmensurable.
El morenismo en Quintana Roo, además del Ejecutivo, tiene la mayoría rebosada del Congreso del estado y una tremenda influencia en el Tribunal Superior de Justicia.
Además, Morena y PVEM tienen ocho municipios de los 11 municipios del estado.
Por ello, las diputadas Cinthya Millán Estrella, del PAN, y Maritza Basurto, de Movimiento Ciudadano, tienen una “chamba” bastante complicado al quedar, casi unas contrapesos al poder inmensurable de Morena.
Y ayer, optaron por no participar en el convivio del morenismo con Adán Augusto López, a propósito de las reformas para ampliar la permanencia de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública.
Cinthya Millán y Maritza Basurto prefirieron no ir a la sede del Congreso del estado, que se están convertido en una de las salas de fiestas de Morena.
Aunque se trate sólo de dos diputadas, los contrapesos son muy necesario sobre todo cuando hay el partido en el poder prácticamente no tiene límites.
Tremenda responsabilidad la de las diputadas del PAN y MC