Sigue sin aparecer el cráneo del caudillo Bernardino Cen, que estaba en exhibición en el Museo de la Guerra de Castas de Tihosuco. Esta pieza ósea desapareció, al parecer, durante la remodelación del museo, que no estuvo a cargo del INAH, sino del Instituto de Cultura (ICA) del estado.
Este museo terminó convertido en una especie de Museo de Cera, siguiendo la idea de que la historia debe ser un atractivo turístico y mercadeable. A la comunidad de intelectuales pro-mayas poco les ha interesado el tema, pues la mayoría tiene nexos con el Gobierno del estado, y se entiende que la desaparición del cráneo pudo haber ocurrido por negligencia o capricho de los remodeladores del museo.
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Sucedió, de alguna manera, lo mismo que con el proyecto de Maya Ka’an, que sigue la tendencia de la “xcaterización” de la cultura maya. Sin embargo, al menos la titular del ICA, Lilian Villanueva, debería dar una pista del paradero del cráneo del Caudillo Maya.