Por Leslie Gordillo/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Las funciones de la Guardia Nacional se han sumado a las atribuciones ya existentes de las Fuerzas Armadas, por lo que este caudal de responsabilidades constituye un abuso político a costa del prestigio y capacidades de las Fuerzas Armadas, además de que el despliegue se ha hecho sin un criterio bien argumentado, criticó David Blanco, investigador de Causa en Común.
Durante la presentación virtual del informe ‘Guardia Nacional: A un año de su puesta en operación’, organizada por Causa en Común y el Observatorio de la Guardia Nacional, acusaron que las autoridades civiles evaden responsabilidades de ley en materia de seguridad y abusan del prestigio o capacidades que tienen los cuerpos castrenses desde hace muchos años.
“Sobre el despliegue, no existe ningún criterio público que explique la cantidad de elementos desplegados en cada entidad del país. No hay criterios relacionados con geografía y territorio, no lo hay tampoco con población, ni con índices delictivos… En el reporte propio del gobierno no existe ninguna relación, ni criterio, que explique por qué la cantidad de elementos de la Guardia Nacional desplegados en cada entidad”, culpó.
Blanco, explicó lo que se requiere policías con atribuciones y capacidades de investigación, de vinculación ciudadana, y apoyados en una verdadera política de prevención.
Y es que, de acuerdo a las tablas presentadas, el Estado de México es el destino con mayor número de elementos desplegados (8 mil 579), pero Quintana Roo es el estado con mayor número de elementos desplegados por cada mil habitantes (1.08), sin embargo, Colima es el estado con mayor tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes (98.5), seguido de Baja California (78.3), Chihuahua (67.1), Guanajuato (59.4) y Morelos (52.7).
“Mientras el país se militariza aceleradamente, hemos notado que no existe ningún esfuerzo real, para rescatar y fortalecer a las policías del país. A través de distintos documentos y trabajos realizados desde la sociedad civil, se ha documentado que la mayoría de las policías y las corporaciones locales, apenas subsisten en condiciones precarias”, concluyó.