Por Javier Chumacero
PLAYA DEL CARMEN.- El primer Domingo de Covid-19 registró un saldo favorable al temor y la prevención. Playas y calles semi vacías, con pocos turistas y locales con sus cubre-bocas y gel desinfectante por todos lados.
El tianguis dominical en la colonia Colosio abrió sus locales como siempre. Sólo cuatro vendedoras tenían su protección. “No debíamos abrir pero el gobierno no dijo nada”, comenta un tianguista.
Las calles antaño siempre atiborradas ahora estaban casi solitarias. Los taqueros ofrecieron el 2X1 y nadie respetó el metro y medio de distancia. Lupita quien prepara tacos de asada, considera que la comunidad debería tener mayor precaución. “Se lo toman a la ligera. Si no lo vives, no lo crees”, opina.
En el ferry para cruzar a Cozumel la situación no fue la mejor: recortaron seis salidas y las embarcaciones con capacidad para 400 pasajeros, llevaban a lo más 100 visitantes.
Al mediodía partió el último viaje y fue hasta las seis de la tarde cuando se reanudó el servicio. Elementos de la Guardia Nacional y Policía Estatal (sin cubre-bocas) vigilaban la zona.
A un costado, excepto unas chicas voleibolistas y una decena de bañistas, el lugar estaba desolado. “Igual cerramos y los que ganamos por comisión nos quedamos fuera”, confesó un empleado de la compañía naviera. Al lado de Playacar, no había nadie tomando el sol.
La Quinta Avenida tenía un escenario similar. Más vendedores que compradores. El conocido club de playa puso dispersores de gel antibacterial y ubicó cada dos metros sus camastros, pero la mayoría estaban sin vender. Trascendió que en la próxima semana, podrían cerrar sus puertas hasta que concluya la pandemia. Al igual que Xcaret, quien envió a sus casas a sus 13 mil trabajadores.
Así transcurrió el primer domingo de Coronavirus en la ciudad.